1 Para material de fuentes primarias útiles en el estudio de la rebelión de Jacinto Canek, véase María Teresa Huerta y Patricia Palacios (eds.), Rebeliones indígenas de la época colonial, México, 1976, pp. 174-189. Una valiosa fuente secundaria es Justo Sierra O’Reilly, Los indios de Yucatán, 2 vols., Mérida 1954, t. II, pp. 19-35. Para estudios modernos sobre la rebelión, véase Miguel A. Bartolomé, La insurrección de Canek. Un movimiento mesiánico en el Yucatán colonial, México, 1978; Víctoria Reifler Bricker, The Indian Christ, The Indian Christ, the Indian King: The Historical Substrate of Maya Myth and Ritual, Austin, 1981, pp. 70-76; y Nancy M. Farriss, Maya Society Under Colonial Rule: The Collective Enterprise of Survival, Princeton, 1984, pp. 68-72. Ni Bartolomé ni Bricker consultaron los documentos del juicio en el Archivo General de Indias, por lo que sus interpretaciones difieren de manera significativa de la mía.
2 El proceso se encuentra en el Archivo General de Indias (en adelante citado como AGI), México 3050, año de 1761, Testimonio de Autos fhos. Sobre la Sublevación que hizieron varios Pueblos de esta Provincia en el de Cisteil en el que aclamaron por Rey a Joseph Jacinto Uc de los Santos Canek Yndio Natural del Barrio Campechano en el Puerto de San Francisco de Campeche. Este documento se cita en adelante como Testimonio de Autos fhos (1761). Existe una copia, que se encuentra también en el legajo México 3050: Autos Criminales Seguidos de Ofisio de la Real Justisia sobre la sublevación que los Yndios del Pueblos de Cisteil y los demas que convocaron hicieron contra ambas Magistades el día 19 de Noviembre de 1761 (1761-1762), que será citado como Autos Criminales (1761-1762).
3 Véase AGI, Sevilla, México 3048, Testimonio hecho en virtud de un despacho del Gobernador y Capitán Gral. De aquella Provincia, sobre el repartimiento de países y cera en los pueblos de yndios de ella (1755), fol. 75.
4Testimonio de Autos fhos. (1761) fol. 5
5La tendencia natural hacia la dispersión como resultado de factores ecológicos está bien explicada en Nancy Farris, “Nucleation Versus Dispersal: The Dynamics of Population Movement in Colonial Yucatan”, HAHR, vol. 58, núm. 2, 1978, pp. 187-216; y en Farris, Maya Society, pp. 125-131. Sigo esta interpretación hasta cierto grado en mi artículo “Decolonization, the Agrarian Problem, and the Origins of the Caste War of Yucatan, 1812-1847”, en Jeffery T. Brannon y Gilbert M. Joseph (eds.), Land, Laborm and Capital in Modern Yucatán: Essays in Regional Historiy and Political Economy, University, Alabama, 1991, pp. 51-82.
6 La palabra topil es de origen náhuatl. En el México central este término, como oficial que ocupaba un cargo público, se añadió a otras palabras para especificar las funciones que debía desempeñar el que ejercía el cargo. Véase S. L. Cline, Colonial Culhuacan, 1580-1600. A Social History of an Aztec Town, Albuquerque, 1986, p. 41.
7Para ejemplos de este, véase AGI, Escribanía de Cámara 327, Causa criminal fulminada en virtud de Comisión de S. M. por el Sr. Don Juan Joseph de Vertiz... contra el Tesorero de la Santa Cruzada... (1716), fols. 135, 139, 177, 179, 183, 201, 218, 234, 241, 251, 253.
8 Autos Criminales (1761-1762), fol. 314.
9 Testimonio de Autos fhos. (1761), fol. 130.
10Testimonio de Autos fhos. (1761), fol. 130. Declaración de Francisco Puc
11 Véase Patch, “Decolonization, the Agrarian Problem, and the Origins of the Caste War”, 1991.
12 Para comentarios expertos en relación con la necesidad de precaución al utilizar la información de los juicios, véase Eric Van Young, “The Cuautla Lazarus: Double Subjectives in Reading Texts on Popular Collective Action”, Colonial Latin American Review, vol. 2, núms. 1-2, 1993, pp. 3-26.
13 Esto fue mencionado por un eclesiástico que escribió más de 20 años después de la rebelión. Véase Archivo de la Mitra Emeritense (Mérida, Yucatán), Visitas Pastorales, Mocochá, enero 20 de 1785. La única referencia a alguna relación entre los franciscanos y Jacinto Uc en los registros del juicio es la declaración de un brujo sobre que un sacerdote en Valladolid le había preguntado “si conosía a un Yndio que tenía en el Convento, de Campeche, llamado “Canek”. Autos Criminales, fol. 331.
14Testimonio de Autos fhos. (1761). Fols. 187-188; Autos Criminales (1761-1762), fol. 270. Se dijo que utilizó “maguey quemado” (probablemente sábila) para curar heridas.
15Testimonio de Autos fhos. (1761), fols. 164-168.
16 Autos criminales (1761-1762), fols. 295-304
17Autos criminales (1761-1762), fols. 245-247.
18Testimonio de Autos fhos (1761), fol. 151.
19Testimonio de Autos fhos (1761), fol. 153ff
20Testimonio de Autos fhos (1761), fol. 131
21 Véase Inga Clendinnen, Ambivalent Conquest. Maya and Spaniard in Yucatan, 1515-1570, Cambridge, 1987, pp. 134-169.
22Testimonio de Autos fhos (1761), fol. 143ff. Para una discusión acerca de la importancia de los libros del Chilam Balam, véase Clendinnen, Ambivalent Conquest, pp. 134-169.
23 Véase Patch. “Decolonization, the Agrarian Problem, and the Origins of the Caste War of Yucatán”, 1991.
24 En Yucatán la Santa Cruzada vendía bulas de indulgencia a los mayas a través del sistema de repartimiento. Para un análisis de la Cruzada y del repartimiento en el Yucatán colonial, véase Patch, Maya and Spaniard, caps. 4 y 6.
25Testimonio de Autos fhos (1761), fols. 62, 129
26El nombre de Canek fue conocido en la selva del sur a lo largo del periodo colonial. Tan tardíamente como 1786, el nombre de un líder indígena en el área semicolonizada del Petén era Pedro Canek Bisnieto. Véase AGI, Guatemala 572, Carta del Obispo de Yucatán al Rey, 27 de junio de 1786, y Carta del Gobernador de Yucatán al Rey, 29 de julio de 1786.
27Testimonio de Autos fhos. (1761), fol. 167.
28 Richard J. Parmentier, “The Mythological Triangle: Poseyemu, Montezuma, and Jesus in the Pueblos”, en William C. Sturtevant (ed. general), Handbook of North American Indians, vol. 9 Washington, 1979, pp. 617-620.
29Para una posible relación de la leyenda de Moctezuma con los mayas, véase Arthur G. Miller, On the Edge of the Sea: Mural Painting at Tancah-Tulum, Quintana Roo, Mexico, Washington, Durbarton Oaks, 1982, p. 92 Quisiera agradecer a Karl Taube por llamar mi atención sobre esta cita
30 Dos capitanes tenían siempre: uno perpetuo (cuyo cargo) se heredaba, y otro elegido por tres años con muchas ceremonias”: Diego de Landa, Relación de las cosas de Yucatán, Porrúa, México, 1973, p. 52. Quisiera agradecer otra vez a Karl Taube por llamar mi atención sobre esta cita.
32Un número proporcionalmente alto de prisioneros interrogados después de la rebelión declaró como ocupaciones: fiscal de doctrina, alguacil de doctrina, cantor de iglesia y maestro de coro o maestro de capilla. Los primeros dos cargos son la traducción al español en dos maneras distintas de una sola función, probablemente la de catequista. Se puede asumir que el cantor era un miembro del coro y el maestro, tanto de coro como de capilla, era un jefe del coro. Todos estos cargos eran, desde luego, posiciones ocupadas por seglares y, por tanto, abiertas para los indios, la existencia de estos cargos permitió a los mayas participar de alguna manera en el ritual religioso católico, que de otra forma se les negaba porque los cargos clericales eran monopolizados por los españoles.
37 Edward H. Spicer, Cycles of Conquest. The Impact of Spain, México, and the United States on the Indians of the Southwest, 1533-1960, Tucson, 1962, pp. 28-29.
38Testimonio de Autos fhos. (1761), fol. 117.
39Testimonio de Autos fhos. (1761), fols. 175-176, 182. Jacinto Uc admitió la mayoría de estos cargos durante el juicio.
40 El informe del capitán Calderón después de la batalla se encuentra en Testimonio de Autos fhos. (1761), fols. 113-114. a este informe le siguió otro en ibid, fols. 117-118.
41Esto lo sugiere el hecho de que ninguno de los prisioneros enjuiciados fuera capturado en Cisteil.
42 Autos Criminales (1761-1762), fols. 292-294.
43Testimonio de Autos fhos. (1761), fol. 194
44Autos Criminales, fols. 251-252, 304-305.
45Testimonio de Autos fhos. (1761), fols. 130, 153-157.
46 Anthony F. C. Wallace, “Revitalization Movements: Some Theoretical Considerations for Their Comparative Study”, American Anthropologist, vol. 58, núm. 2, 1956, p. 265.
47Vale la pena notar que Jacinto Uc de los Santos era soltero al momento de la rebelión. Era extremadamente raro que un indígena adulto varón en ese momento no tuviera esposa.
48 Wallace, “Revitalization Movements”, pp. 272-273.
49 Wallace, “Revitalization Movements”, pp. 273.
50 Wallace, “Revitalization Movements”, pp. 273-274. Aquí Wallace emplea el concepto de líder carismático de Weber.
51 Wallace, “Revitalization Movements”, p. 274.
52 Véase Steve J. Stern , Perú’s Indian Peoples and the Challenge of Spanish Conquest. Huamanga to 1640, Madison, 1982, pp. 51-71; Luis Millones, Rafael Varón GAbai, et al. El retorno de los huacas. Estudios y documentos sobre el Taki Onqoy, siglo XVI, Lima, 1990.
53 Kevin Gosner, Soldiers of the Virgin. The Moral Economy of a Colonial Maya Rebellion, Tucson, 1992.
54 Para una famosa reseña de este tema, véase Nelson Reed, The Caste War of Yucatán, Stanford, 1964; también Terry Rugeley, Yucatán’s Maya Peasantry & the Origins of the Caste War, University of Texas Press, Austin, 1996.