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Una revisión arqueoastronómica a la Estructura 1-Sub de Dzibilchaltún, Yucatán

Orlando Josué Casares Contreras

 

 

La referencia solar de la Estructura 1-Sub o “Templo de las Siete Muñecas” en Dzibilchaltún fue difundida primeramente por el arqueólogo Víctor Segovia, seguido por José Huchim e Ivan Sprajc. Ellos señalaban que eventos tales como los equinoccios y los solsticios posiblemente guardan relación con la Estructura 66, ya que el Sol queda oculta sobre aquella el día que pasa por el cenit del lugar. Pretendo demostrar que la Estructura 1-Sub es otra referencia de manera directa al evento del paso del Sol por el cenit.

 

Introducción

La arqueoastronomía ha venido a tomar parte importante en el trabajo arqueológico general, pues para los antiguos mesoamericanos, la astronomía (si bien sabemos que no lo era todo) jugaba un papel importante en sus actividades diarias, ya que por medio de ella regían su vida. Con sus principios pudieron crear sofisticados complejos calendarios, así como tener conocimiento de las principales épocas en las cuales se debía sembrar, prepararse para las lluvias, etc. en el área maya la astronomía se ha hecho patente en varios registros, pero sobre todo en la orientación de algunas de sus estructuras, en su arquitectura, así como también en los códices y otros tipos de registro iconográfico o pictórico.

    En el presente artículo, expondré todas las aportaciones arqueoastronómicas sobre las propiedades solares de la Estructura 1-Sub o “Templo de las Siete Muñecas” en Dzibilchaltún, incluido un evento que se observó desde el altar de la parte central del Templo. Hay que señalar que el iniciador de estos estudios, el arqueólogo Víctor Segovia Pinto, no dejó registro escrito de sus investigaciones sobre la Estructura 1-Sub, pero, para nuestra fortuna, contamos con textos acerca de él, y entrevistas que le realizaron. A partir de estos documentos podemos acceder a sus ideas para una mejor comprensión del tema. Además, últimamente contamos con las aportaciones del arqueólogo Ivan Sprajc.

    Varios eventos fueron motivo de apunte para los antiguos astrónomos; en este caso nos referiremos al paso del Sol por el cenit del lugar. Pero ¿qué es el “paso del Sol por el cenit del lugar”?. En definición, es el momento en el que un observador ubicado entre los trópicos de Cáncer y Capricornio puede ver, al medio día, como el Sol se ubica exactamente a 90° y no proyecta sombra alguna (Galindo, 1994). Justamente en ese momento comienza la temporada de lluvias, ya que el calor que se genera por la posición del Sol evapora una gran cantidad de agua, que luego regresa en forma de lluvia.

 

El sitio arqueológico de Dzibilchaltún

El sitio arqueológico de Dzibilchaltún se encuentra a 14 km de Mérida, con una latitud de 21°09’ norte; sus coordenadas en UTM son 16Q BU300349, y es considerado un asentamiento de rango II (Garza y Kurjack, 1980:89). Dzibilchaltún está sobre las planicies noroccidentales de la península de Yucatán, muy cerca de la costa; se elevación es de 5 m sobre el nivel del mar y se ha propuesto que las estructuras mayores se construyeron sobre las zonas más altas (Andrews IV y Andrews V, 1980).

    La ocupación del sitio se remonta al año 1,500 a.C. y al parecer fue continua hasta momentos después de la conquista, con lo que tendríamos representadas todas las etapas del desarrollo general de los mayas, es decir: el Preclásico, el Clásico y el Postclásico, pero la mayor parte de la evidencia proviene del Clásico (Valenzuela, 2000:68). El tamaño del asentamiento es de más de 20km2, aunque muy probablemente llegó a tener 50 km2 incluyendo toda el área urbana, y responde a un patrón concéntrico (Andrews IV y Andrews V, 1980).

    La ciudad de Dzibilchaltún comenzó su crecimiento hacia el año 600 d.C. y culminó hacia 1000 d.C., en lo que sería la fase cerámica conocida como Copó 1 y 2 (600-830 d.C., respectivamente). Desempeñó un papel importante para el desarrollo de la región Puuc, ya que fue una pieza estratégica para el comercio en las tierras bajas, especialmente para el comercio de la sal (Andrews IV y Andrews V, 1980; Valenzuela, 2000).

 

La Estructura 1-Sub

La Estructura 1-Sub, como su nomenclatura lo indica, es una subestructura que fue liberada. Al encontrarse muy derruida la estructura 1 se tomó la decisión de liberar la subestructura para su posterior restauración (Andrews IV y Andrews V, 1980).

    La Estructura 1-Sub o “Templo de las Siete Muñecas”, es una plataforma piramidal con cuatro escalinatas orientadas hacia los cuatro puntos cardinales. En la parte posterior de la plataforma se encuentra un templo que consta de cuatro entradas que permiten el acceso a un pasillo abovedado en su interior, en donde se localiza un cuarto cuyas entradas se encuentran en un eje este-oeste, lo que, según Andrews y Andrews es una característica muy poco observable en el área maya (Andrews IV y Andrews V, 1980:82-146).

    El templo contiene una decoración de estuco; el lado que mejor se conservó in situ fue la fachada sur, pues mucho del estuco se ha colapsado. Por otra parte, en el costado norte de la estructura, se puede observar decoración que al parecer tiene alguna influencia de las culturas del Golfo de México, lo cual se debe a que presenta elementos marinos como peces, mantarrayas y quizá un ave acuática. La parte superior de la torre, en la parte superior de la cámara central, se encontró colapsada, pero al momento de restaurarse se le agregó un remate, que según los autores, es parecido en forma y tamaño al original.Se considera que esta estructura es el edificio abovedado más temprano en Dzibilchaltún, y que fue construido en el período temprano II que es de 700 a 750 d.C. (Andrews IV y Andrews V, 1978).

 

Investigaciones arqueoastronómicas realizadas en la 1-Sub o “Templo de las Siete Muñecas”

Las primeras evidencias encontradas sobre la referencia solar de la Estructura 1-Sub fueron descubiertas por el arqueólogo Víctor Segovia, en donde el Sol, al alcanzar una declinación de 0º, o sea, al llegar la fecha del equinoccio, aparenta entrar 1 por el eje de la ventana que mira de oriente a poniente. Segovia también señaló que durante los solsticios de invierno y de verano el Sol puede verse encuadrado por sus lados y a través de sus ventanillas, enmarcándolo sombras en su paredes según la posición del sol (Morales, 1990; Huchim, 1990). Pero al parecer, el día de la plenitud del equinoccio –alrededor del 21 de marzo- el Sol no sale exactamente enmarcado en el centro de la estructura (Figura 1). En cambio, cuatro días antes del equinoccio de primavera, y cuatro días después del equinoccio de otoño, el Sol sí queda alineado perfectamente en el centro de la ventana (Coggins y Drucker, 1988; Galindo, 1994). La explicación de esto puede ser un tanto desconcertante, pero en el movimiento del Sol, un evento puede ser observado cuatro días antes y después del momento en que ocurre, pues sólo se notan pequeñas variaciones de posición en los días muy cercanos a los del evento solar.

    Para comprobar la funcionalidad como observatorio solar de la Estructura 1-Sub, hay otros eventos. Situándonos desde la Estela 3, podemos ver cómo para el momento de su construcción (esto es para el año 700, en las fechas de 21 de mayo), la salida del conjunto de estrellas de las Pléyades coincidía con la salida del Sol cuando pasaba por primera vez por el cenit del lugar, justamente sobre el centro de la estructura 10 (Coggins y Drucker, 1988; Galindo 1994). El evento del paso del Sol por el cenit del lugar puede ser observado a la puesta solar, esto es, si nos situamos en cualquier punto entre la escalinata poniente del Templo de las Siete Muñecas, y la Estructura 66, ubicada a 2 km aproximadamente, en donde los Sacbés 1 y 2 conectan el conjunto arquitectónico de la estructura 66 con el Grupo de las Siete Muñecas. Las fechas en que suceden estos eventos son el 29 de marzo y el 15 de septiembre, con un intervalo de 58 días antes y después respectivamente del paso del Sol por el cenit del lugar, que corresponde en latitudes cercanas a 20º/21º a 52 días entre el primero y el segundo paso cenital del sol, aquí la propuesta es que ese período de tiempo equivale a tres uinales y se emplea fechas canónicas (Sprajc, 1995:596-597).

 

Figura 1. Las salidas del Sol en días anteriores y posteriores al equinoccio que pueden ser observadas desde la estela 3 en Dzibilchaltún (Galindo, 1994)

Figura 1. Las salidas del Sol en días anteriores y posteriores al equinoccio que pueden ser observadas desde la estela 3 en Dzibilchaltún (Galindo, 1994)

    De este modo, se tiene un listado completo de los eventos solares en la Estructura 1-Sub, que aparentemente no contiene registro directo del paso por el cenit del lugar. Para tenerlo se necesita, como se ha visto en algunos casos del área maya, que la fecha se manifieste con alguna alineación en la salida o en la puesta del Sol respecto a alguna parte del horizonte, sea ésta natural o artificial; o de lo contrario, que tuviera un mecanismo mediante el cual proyectara en línea recta un rayo solar que formara un ángulo de 90º con el suelo, ya sea con o sin un gnomon2 que pudiera ser una estela. Es mejor explicarlo con ejemplos, por lo que escogí tres regiones diferentes: Xochicalco, Teotihuacan y Monte Albán.

Figura 2. Dibujo de la cámara de observación en la cueva de Xochicalco en donde se puede ver el paso del Sol por el cenit del lugar (Aveni, 1991).

Figura 2. Dibujo de la cámara de observación en la cueva de Xochicalco en donde se puede ver el paso del Sol por el cenit del lugar (Aveni, 1991).

"El observatorio cenital de Xochicalco

Tenemos que las estructuras de este sitio arqueológico, ubicado en el valle de Morelos, presentan una serie de alineamientos que marcan fechas de eventos astronómicos o calendáricos. Un observatorio cenital (Figura 2) se encuentra en la cueva de Los Amates o Gruta del Sol, a unos 190 m de la pirámide de Quetzalcóatl; se trata de una cueva que fue acondicionada para la observación del paso cenital del Sol en una cámara de 10 por 4.5 m. Sobre la esquina noroeste de la cámara, a 3.9 m del suelo, se encuentra un conducto cónico con un diámetro de 2.5 m y una altura de 5.2 m.

    Estas características permiten la observación del paso cenital del Sol en las fechas de 15 de mayo y 29 de julio, en estos días se proyecto un tubo cenital3. Otra de las propiedades de este observatorio es que la luz se empieza a proyectar el día 29 de abril y termina de proyectarse el 12/13 de agosto, pasando un período de invisibilidad de 260 días (Anderson, 1981; de este caso es que no sólo presenta la manifestación de un evento solar, sino la relación de alineamientos calendáricos – astronómicos.

 

El observatorio cenital de Monte Albán

Se trata de una cámara situada debajo de las escalinatas del edificio P, en Monte Albán, en cuyo fondo se construyó un nicho con forma de trono. El tubo mide 17 por 34 cm de longitud unos 2.25 m. el paso cenital del sol en Monte Albán ocurre el 8 de mayo y el 5 de agosto, durante estas fechas se observa un tubo cenital que pega en el piso (Aveni, 1991; Broda, 1986; Galindo, 1994 y Ramírez 1992).

 

El observatorio cenital de Teotihuacan

Similar el caso de Xochicalco, en la gran urbe teotihuacana se acondicionó una pequeña cueva para realizar observaciones solares, esto hacia los años de 200 a 300 d.C. durante las fases Miccaotli a Tlamimilolpa temprano. La cueva se encuentra a 170 m de la Pirámide del Sol, y el acondicionamiento de la cueva consistió en estucar el piso y abrir la bóveda de la cueva en donde el suelo se encuentra a 3.90 m de profundidad y el grosor del tubo va de 70 a 80 cm de diámetro. En el centro se localizó una estela sobre un altar.;

    En el momento en el que el Sol pasa por el cenit, es decir, el 19/20 de mayo y el 24/25 de julio, se proyecta un tubo cenital que cae sobre la Estela y el altar. En este observatorio solar no solamente se registra los pasos cenitales, sino también están presentes los equinoccios y los solsticios de verano e invierno (Figura 3), por lo que es sumamente eficiente para la determinación de ciclos solares (Galindo, 1994:147 y 148).

 

Figura 3. Dibujo de la cámara de observación de la cueva ubicada a un costado de la Pirámide del Sol, donde se puede observar el paso del Sol por el cenit del lugar y el equinoccio (Galindo, 1994).

Figura 3. Dibujo de la cámara de observación de la cueva ubicada a un costado de la Pirámide del Sol, donde se puede observar el paso del Sol por el cenit del lugar y el equinoccio (Galindo, 1994).

 

 

Figura 4.  Corte de la estructura 1-Sub o Templo de las  Siete Muñecas. Nótese que la torre en la parte superior tiene las características para la observación del paso del Sol por el cenit del lugar, en donde el rayo de luz caería sobre el altar al medio día, tal como ocurre en Xochicalco, Monte Albán y Teotihuacan. (Ilustración tomada de Andrews V., 1978).

Figura 4. Corte de la estructura 1-Sub o Templo de las Siete Muñecas. Nótese que la torre en la parte superior tiene las características para la observación del paso del Sol por el cenit del lugar, en donde el rayo de luz caería sobre el altar al medio día, tal como ocurre en Xochicalco, Monte Albán y Teotihuacan. (Ilustración tomada de Andrews V., 1978).

 

El “Templo de las Siete Muñecas” de Dzibilchaltún, ¿un observatorio cenital?

Teniendo en cuenta las características astronómicas para la observación del Sol en la Estructura 1-Sub, vemos que un corte Norte – Sur (Figura 4) presenta muchas de las características citadas para los caos de Xochicalco, Monte Albán y Teotihuacan, por lo que no es extraño que se pueda observar un evento cenital en la estructura. Como vemos, las paredes se proyectan verticalmente hacia la torre superior, para la que no se encontró una altura definida, pues la que tiene es un tanto arbitraria. A manera de hipótesis propongo que en el momento funcional de la de la Estructura 1-Sub como observatorio solar, la torre no tenía una tapa, o ésta era de material ligero y perecedero. Esto le daría la capacidad de registrar los pasos del Sol por el cenit; así tendríamos que esta estructura marcaría los principales eventos solares –equinoccios, solsticios y pasos cenitales- siendo un aparato sumamente útil para la creación o utilización de un calendario agrícola.

    Otra evidencia de tal actividad son las siete figurillas que se encontraron en la cámara central, o cámara de observación. Estas figurillas, o “muñecas” como se les ha llamado, muestran una exagerada proporción en los órganos sexuales, lo que significa fertilidad. Respecto a los ciclos de lluvia en la región, tenemos que en el mes de mayo comienza la primera temporada, siendo ese un momento adecuado para sembrar la milpa, medio de subsistencia de la sociedad.

    Hay además evidencias encontradas en las fuentes etnohistóricas locales. Por mencionar un ejemplo, Fray Diego de Landa dice que el año iniciaba el 16 de julio; si tomamos en cuenta la corrección en días entre el calendario juliano y el calendario gregoriano, tenemos una cantidad de 10 días de diferencia entre el año en que se escribió y nuestros días, por lo que al aplicarla a la fecha, se tendría el 26 de julio, fecha en la cual se produce el último paso del Sol por el meridiano del lugar (Landa, 1966; Galindo, 1994).

 

Consideraciones finales

La importancia del paso del Sol por el cenit radica en que se da cuando el calor alcanza sus máximas temperaturas, ya que los rayos luminosos caen directamente sobre nosotros; pero su cercanía con el solsticio de verano marca también la temporada de lluvias, que incluso ahora es muy importante para el cultivo de la milpa. En tiempos prehispánicos era necesario reconocer el inicio y fin de la temporada de lluvias para sustentar el gran desarrollo que alcanzaron los mayas.

    En cuanto a la generación de un método para calibrar el calendario, vemos que para la latitud del sito de Dzibilchaltún, el período que transcurre entre el primer paso cenital y el segundo es de 52 días, la misma cantidad que contiene el calendario civil Haab para concluir un ciclo, y este calendario es dividido por los ciclos naturales del Sol, como lo son los solsticios y equinoccios.

Agradezco al director del proyecto Dzibilchaltún, Mtro. Rubén Maldonado C., su apoyo para la investigación en el sitio, así como también el astrónomo Dr. Jesús Galindo Trejo por sus comentarios y críticas.



Material publicado en: Temas Antropológicos, 2001. Volumen 23, No. 2. Págs. 5-19.Regresar





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