Hoy es: Miércoles, 14 de Mayo de 2025
inicio

Agosto 2003
Diario de Yucatán y Periódico Por Esto!

 

 

03/08/03. Fomentar honestidad y respeto a los indígenas. Valladolid, Yucatán, 2 de agosto .- Al referirse a la nueva Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas, aprobada el pasado mes de abril, y dada a conocer en esta ciudad de Valladolid, apenas la semana pasada, el profesor de educación indígena y miembro del grupo sociocultural “Luis Rosado Vega”, Jorge Escobedo Esquivel comentó que todos nosotros aceptamos y respetamos nuestras lenguas indígenas nacionales en la escuelas e instituciones, pero no solamente necesitamos la lengua, necesitamos una cultura de honestidad y respeto. “No debemos aceptar la privatización de derechos políticos y de expresión, debemos buscar la democracia a través del dialogo, por eso rechazamos la manipulación de demandas; exigimos democracia, libertad y justicia para todos, el problema en sí en Yucatán, aparte de la aceptación de nuestra lengua, es la pobreza, la falta de trabajo, los malos salarios y las riquezas acumuladas en manos de unos cuantos”. Continuó resaltando que precisamente hay quienes con esas riquezas tratan de comprar la dignidad de los pueblos pobres, “pero la dignidad, como todos sabemos no tiene precio. La dignidad busca democracia, libertad y justicia, lucha por la vivienda, por la tierra, por el trabajo, alimentación, salud, educación y sobre todo, por la paz en el país y en el mundo, por eso hoy los indígenas queremos ser escuchados”, recalcó. “Como han de saber, el gobierno federal e integrantes de diversos partidos políticos firmaron los acuerdos de San Andrés Larrainzar el 16 de febrero de 1995, en esos acuerdos destacan los compromisos del gobierno federal con los pueblos indígenas, como son: reconocer a los pueblos indígenas en la constitución federal; respetar la libre determinación de los pueblos, sus lenguas, usos, tradiciones y costumbres; impulsar cambios jurídicos y legislativos respetando sus derechos políticos, económicos, sociales y culturales, también acordó garantizar el acceso pleno a la justicia, respetando su sistema interno normativo para dar solución a sus conflictos, así como respeto a sus formas específicas de organización”. Escobedo Esquivel dijo que el presidente Fox también se comprometió a promover las manifestaciones culturales de los pueblos, para lo cual el Estado debería impulsar políticas locales y nacionales para la difusión y recreación de nuestros pueblos, asegurar la educación de los pueblos indígenas en su lengua –sin olvidar que también deben aprender el español. (Por Esto!).


04/08/03. Aportación al verdadero resurgimiento cultural maya. Fructífero taller literario Yaajal K’in. Valladolid, Yucatán, 3 de agosto.- En el mes de octubre de 1993, en la ciudad de Valladolid, un grupo de mayahablantes acordaron hacer realidad su vocación de escribir en lengua maya. Se plantearon como objetivo el desarrollo de la lengua maya, recobrando de nuevo su valor. De eso han transcurrido varios años y han logrado crearuna cantidad considerable de textos. Un cuadernillo de poemas denominado “Maya ts’íibo’ob Káaytukulo’ob, publicado en 1998, fue la primera muestra de su labor. Con esa publicación se pretendió enseñar al grandioso pueblo maya, los productos de ese quehacer, cual milpa maya que germina. Algrupo dedicado a la creación de poemas y relatos, e le dio el nombre de Yaajal K’in (sol que despierta), simbolizando al sol que cada día se asoma en el horizonte, simulando su despertar; si consideramos que todos los días nos da su luz, “es imprescindible que también la lengua maya renazca, junto con su escritura, en cada amanecer”, explicaron. Las personas que desarrollaron la edición literaria antes mencionada fueron Miguel May May, Santiago Arellano Tuz, Gertrudis Puch Yah, Arminda Chi Nahuat, Flor M. Herrera Manrique, José Moisés Poot Tamay, José E. Ucán Noh y Crisanto Kumul Chan. Así mismo, el grupo le dio espacio a textos infantiles, como testimonio de su labor con los pequeños escritores. “Nuestros antepasados nos dejaron abundante herencia cultural, sin embargo, actualmente muchos no lo aprecian y lo olvidan. No obstante, nosotros nos ocupamos de ella nuevamente, ojalá y más personas se unan a nosotros” agregaron. La publicación de “Maya ts’íibo’ob káaytukulo’ob”, así como de otros textos por parte de los miembros del taller literario Yaajal k’in, son sólo una prueba, sencilla pero sincera, de las posibilidades de trabajo en colaboración entre los académicos estudiosos de la cultura maya y los propios mayas, dando prioridad a las propuestas de estos últimos. Son ciertamente los textos mayas los que le dan valor a sus obras, pero vale la pena señalar los nuevos caminos de colaboración entre quienes estudian y defienden comprometidamente a la cultura maya y los propios mayas, únicos responsables de la dirección que debe retomar la revitalización cultural futura. “En la lucha por los derechos de los pueblos no hay líderes ni acarreados, no hay maestros ni alumnos, es, -en este caso- el pueblo maya con sus escritores, con sus intelectuales, con sus campesinos, con sus abuelos, con sus mujeres, con sus niños… es todo el pueblo maya el que traza el futuro, su futuro; Y ésta y no otra, es también la realidad presente del pueblo maya de la península de Yucatán. Las creaciones mayas del grupo Yaajal K’in son una aportación más a ese verdadero resurgimiento cultural maya”, manifestó Francesc Ligorred Perramón, al referirse a los trabajos del grupo. Las personas que deseen más información o quieran unirse al taller literario Yaajal k’in, pueden acudir al domicilio marcado con el número 195 b de la calle 31, 38 y 40 de la colonia Santa Lucía, tel. 85 6-35-84 de Valladolid. [Por Esto!].


04/08/03. Se detuvo el tiempo en Xocén. En el centro del mundo de los mayas actuales la fe y sus tradiciones siguen vivas, aunque su infraestructura social está en pésimas condiciones. Corrosión y suciedad afean el parque infantil. En un viaje al Centro del Mundo de los mayas actuales del norte de la Península de Yucatán, Xocén, descubrimos que el tiempo se detuvo. Sin embargo, esa dilatación empieza a ceder muy débilmente. Ante todo, al hablar de Xocén se establece que la concepción del “Tuch (ombligo) del Mundo” sigue firme, igual que su fe y tradiciones, principalmente, aunque ya no todas las mujeres visten igual. La modernidad se empieza a presentar. Lamentablemente, se constata que esta comisaría vallisoletana también es el “centro del olvido”, pues así lo demuestran sus calles y su plaza central. El “modernismo” llegó a esta Plaza Principal, pues no se escapó del grafitti. En el centro de Xocén hay una escultura de una Ceiba estilizada, árbol sagrado maya que conecta a la tierra con cielo, así como con el infierno, con algunos nombres de personas, así como obscenidades. Lo peor de todo, su parque infantil, en el cual ya no juegan los niños y niñas de esta población. No es por que se haya perdido sentido de la niñez, sino por las deplorables condiciones en las que actualmente se encuentra. En vez de arena sólo hay piedras, y en algunos tramos, grumos de polvo de piedra para construcción. Sólo existe un juego infantil múltiple de 1.5 metros de alto y 3 de largo, aproximadamente, cuya resbaladilla tiene oquedades, la orilla tiene notables puntas que demuestran el paso del tiempo y los efectos de la corrosión. Hay un “sube y baja, el cual, sólo un asiento tiene, pero en ambos lados, carece de “manijas”. También existen dos balancines, que son los que en “mejor estado se encuentran”, pero justo a la mitad de ambos, el tubo que los une, esta roto. El color rojo característico del óxido, y sólo en algunas partes de éste juego infantil se ve que alguna vez tuvo pintura. Afortunadamente la cancha de básquetbol está en buen estado”, pues sólo hace falta una pieza de madera del tablero. También, desafortunadamente, la basura está regada por doquier.

La fe

Independientemente de estas anomalías, Xocén demuestra el porqué es el “Tuch del Mundo”, pues independientemente de que su parroquia carece de techo y algunas paredes de un momento a otro bien se podrían caer, la gente rezaba al Patrono, el Santo Cristo de la Transfiguración. Se reza el rosario para pedir el bienestar de la familia, así como de la milpa, principal actividad. Las plegarias son hechas, generalmente en maya. Para ello, al Santo Cristo de la Transfiguración se le ofrece, entre otras, cosas, un plato con comida, principalmente, chicharra. En ambos costados tiene otras figuras religiosas, como la Virgen de Guadalupe y San José, principalmente. Desde la entrada, a manera de techo, están las numerosas formas hechas con papel de china. Cabe mencionar que están en una de las quince ceremonias colectivas e individuales que ahí se realizan. Se trata de una “fiesta de pueblo” que se realiza del 27 de julio al 6 de agosto. Para ello, en la iglesia como en el centro de la población se realizan ceremonias, tanto por un sacerdote como por un hmeen (sacerdote maya). Junto a un frondoso árbol se instala un coso taurino, abierto al público, donde las personas demuestran sus habilidades en el manejo de los toros, caballos, así como de la reata, principalmente. Niños, jóvenes y adultos acuden a diario a partir de las cuatro de la tarde, para disfrutar la fiesta brava. Son pocos los vehículos que circulan en las calles, principalmente, “caminos blancos”, y son numerosas las bicicletas.

Centro del mundo

La característica más importante de Xocén es su profunda religiosidad. El hecho de que sea el “Centro del Mundo” explica la fuerza de la religión. Cabe hacer notar que el mito cosmogónico está presente en todas las culturas, y su principal e importante ciudad era considerada como el “Centro del Mundo, como Chichén Itzá en su época u Oxkintok, sólo por mencionar algunos ejemplos. Incluso en Kanxoc se menciona la existencia de un libro que data de la época colonial, escrito en lengua maya, pero con caracteres latinos, en el que se menciona a Chichén Itzá como Centro del Mundo, pues fue la principal ciudad del norte de la península de Yucatán. Ahora, el centro del mundo corresponde a Xocén.

Historia

Xocén se ubica en la región milpera de Yucatán, a doce kilómetros de Valladolid, siendo una de las 28 comisarías de éste municipio. Tiene una altitud de 22 metros sobre el nivel del mar, y se ubica a una latitud norte de 20.36 grados y 88.09 de longitud oeste. A la llegada de los españoles era una de las 36 comunidades que integraban la provincia de Cupul. Se le reconoce, junto con Kanxoc, por los enfrentamientos bélicos contra los hispanos, principalmente la Guerra de Castas y el inicio de la Revolución Mexicana. Entre los numerosos mitos que aún prevalecen destaca que en esta región vivieron los p’uuso’ob, que eran semidioses, en ese tiempo bastaba con sembrar una semilla en un ka’anche’ para tener maíz, en abundancia, para todo el año. Aún se practican el Cha Cháak, petición de lluvia y que actualmente es el ritual agrícola más grande asociado a la agricultura milpera, y uno de los protagonistas de este rezo es el hmeen Marcial Dzib May. En el informe del encomendero Corzo, en 1579, menciona que en Xocén “adoraban en tiempo de su infidelidad un ídolo que llamaban Chaac, que es abogado del pan y de las lluvias; sacrificándole armados, perros y otras aves silvestres, y cazas de venado y conejos”. A mediados del siglo XIX , el evento histórico más importante en Yucatán fue la Guerra de Castas, que emprendieron los indígenas contra los blancos o dzulo’ob. Las causas de este conflicto fueron múltiples, entre la que destaca el resentimiento por los maltratos, descontento por el cobro de contribuciones, problemas políticos, tanto de orden regional como internacional. Xocén fue uno de los primeros pueblos involucrados en la sublevación, junto con Kanxoc, comisaría aledaña. En la Parroquia de Chichimilá fue donde se “encendió” el movimiento, debido al fusilamiento del cacique, o batab, Manuel Antonio Ay, el 25 de julio de 1847. El último cacique de éste fue Cosme May. Xocén está relacionada estrechamente con la Guerra de Castas, y sobre todo con la Cruz parlante, que se erigió como “comandante de los mayas”, de hecho, de ahí se originó. A mediados del siglo XIX comenzó en la entidad la producción henequenera, pero la zona oriental (Espita, Valladolid y Tizimín) no destacó como productora, pero en maíz y ganado. En 1862 se registró un notable descenso poblacional debido a que muchas de las haciendas fueron destruidas y abandonadas durante el conflicto. Posteriormente, algunas fueron rehabilitadas, pero paulatinamente. Olegario Molina, cabeza de la oligarquía henequenera, gobernador y ministro de finanzas de Porfirio Díaz, reconstruyó el caso de Dzantunch’en, cuyos anexos se establecieron en los cenotes Bojé, Zacahuá y San Lorenzo. Se empezaba a levantar la hacienda y la actividad henequenera cuando comenzó otra vez la guerra, la cual, se le denominó “Chispa de la Revolución”, siendo nuevamente abandonada la hacienda, aunque al principio los indígenas no se querían quitar, pues no tenían dónde vivir, pero finalmente, nadie se quedó en ella. La hacienda se liberó en el período de Felipe Carrillo Puerto y con las tierras se formó un ejido. El endeudamiento de los “esclavos” comenzó cuando Graciliano Sánchez llegó a vender mercancías a Xocén, pero principalmente, aguardiente, por lo que enganchó a la gente para trabajar en la hacienda y fomentar el vicio. De las 150 familias existentes en aquella época, 40 eran esclavas. También había de Cuncunul y Kanxoc. En Valladolid, el 4 de junio de 1910, estalló un movimiento armado, del cual los historiadores no se ponen de acuerdo si fue el primer brote revolucionario del país.

Libro Sagrado

En 1990, el presidente Carlos Salinas de Gortari visitó Xocén y la demanda más relevante fue la devolución del Libro Sagrado que está perdido. De acuerdo con la descripción, mide un metro cuadrado, es de piel de venado y “está vivo”, porque cada día, sin que nadie las mueva, las hojas pasan solas, una a una. Si alguien pretende adelantar las hojas, el libro sangra.El libro se prestó a los de Chichimilá, y fue devuelto. Igual sucedió con la gente de Valladolid, y ésta, al solicitarlo por segunda ocasión, no lo devolvió, y se supone que fue transportado a Estados Unidos. Pero hasta el momento nada se sabe. Independientemente de todo, Xocén es el Centro del Mundo para los mayas modernos, pues aún guarda numerosos secretos, los cuales se transmiten de manera oral, pero muchos se han perdido, a lo largo de los más de cinco siglos de influencia española.[Por Esto!].





Regresar

  © Universidad Autónoma de Yucatán
Centro de Investigaciones Regionales "Dr. Hideyo Noguchi"
Unidad de Ciencias Sociales
Dirección General de Desarrollo Académico