AIRES DEL MAYAB
Carlos Duarte Moreno
Pepe Domínguez
Rebozo, Rebozos
de Santa María
mestizas que bailan
llenas de alborozo
entre los encantos mil
de mi vaquería
Albarradas blancas
brocal de los pozos
casitas de paja
de la tierra mía.
Muchacha bonita
zapatos de raso
bordados de seda
te voy a comprar;
sera más gracioso
más lindo tu paso
y será más agil
para zapatear
Vámonos a la jarana
vamos a ganar lugar
que hoy en la noche
y mañana
tenemos que zapatear.
Saca tu terno bonito
y tu cinta colorada
quiero que estés bien peindad
cuando bailes el torito.
Ya compré sombrero fino
y ya tengo preparado
mi calzón almidonado
y mi chamarra de lino.
Ya verás cuántas personas
quedarán viendo muy fijas
mis alpargatas chillonas
y tu montón de sortijas. |
PEREGRINA
Luis Rosado Vega
Ricardo Palmerín
Peregrina de ojos claros y divinos
y mejillas encendidas de arrebol;
mujercita de los labios purpurinos
y radiante cabellera como el sol.
Peregrina que dejaste tus lugares
los abetos y la nieve y la nieve virginal
y viniste a refugiarte en mis palmares
bajo el cielo de mi tierra,
de mi tierra tropical.
Las canoras avecillas de mis prados
por cantarte dan sus trinos si te ven
y las flores de nectarios perfumados
te acarician y te besan en los labios
y en la sien.
Cuando dejes mis palmares y mi tierra
peregrina del semblante encantador
no te olvides, no te olvides de mi tierra;
no te olvides; no te olvides de mi amor. |
CAMINANTE DEL MAYAB
Guty Cárdenas
Antonio Mediz bolio.
Caminante, Caminante...
que vas por los caminos
por los viejos caminos del Mayab.
Que ves arder la tarde
las alas de Xtacay
que ves brillar de noche
los ojos del Cocay
Caminante, Caminante...
que oyes el canto triste
de la paloma azul
y el grito tembloroso
del pájaro pujuy.
Caminante, Caminante..
me has de decir si viste
aparecer...
como una nube blanca
que vino y se fué
y si escuchaste el canto
como voz de mujer.
Caminante, caminante...
también en mi camino
la nube blanca ví,
también escuché el canto,
pobrecito de mí. |
ELLA
Oswaldo Becil
Domingo Casanova
Ella la que hubiera amado tanto
la que hechizó de música mi alma
me pide con ternura que la olvide
que la olvide sin odios y sin llanto.
Yo que llevo enterrados tantos sueños
yo que guardo tantas cosas en el alma
no sé porque sollozo y tiemblo
al cavar una más (una más) en mis entrañas. |