1 Una aproximación histórica más amplia puede verse en la excelente Etnología
de la alcoba de Pascal Dibie (1999), que señala los múltiples valores culturales
involucrados, mas no explícitos, en las formas de dormir de las diferentes civilizaciones
del planeta tierra.
2 Un buen ejemplo es el artículo sobre hamacas, erotismo y medicina de
Campos Navarro (1999).
3 La comunidad, Gemeinschaft, según Ferdinad Tönnies, es un organismo
vivo; es una forma de agrupación social basada en relaciones naturales y en una
forma orgánica de existencia social. Las relaciones más importantes son las familiares,
incluyendo todas las relaciones familiares espontáneas, directas e íntimas.
Los hombres se unen conforme al instinto siguiendo un sentimiento de unidad y
solidaridad. Las relaciones dentro de la sociedad, Gesellschaft, en cambio, son
asociaciones que se contraen por interés, con la intención de conseguir un propósito
concreto. 
4 En general, tradición y modernidad cohabitan, a veces en conflicto, pero
ambas definen la ruta “espontánea” del cambio social y son el cemento de un
nuevo tejido social rural que deconstruye la comunidad tradicional o, si se quiere,
reconstruye lo rural y el perfil de los nuevos sujetos sociales, que hace falta
conocer mediante otras herramientas conceptuales.
5 “El individualismo —dice Béjar— es un fenómeno que sólo tiene lugar en
condiciones de modernidad, es decir, cuando el orden tradicional comienza a disolverse.”
(Béjar, 1988, 16.) 
6 Cuyos resultados se plasman en mi libro intitulado: Modernidad, imaginario
e identidad rurales. El caso de Yucatán (2003).
7 “Desmontaban un campo para varios años, del que después se cambiaban a
otro nuevo, una vez agotada la fertilidad del primero.” (Cook y Borah, 1978, 17.)
8 Según el Diccionario Crítico Etimológico Castellano e Hispánico de J. Corominas
y J. A. Pascual, barbacoa es un americanismo; nombre de armazones y
andamios destinados a usos varios, procede de una lengua aborigen de la zona
del caribe (p. 505).
9 El comedor aún no ha entrado al espacio doméstico de muchas viviendas
rurales. 
10 Una autora que ha llevado a cabo investigaciones en la parte norte del
país señala: “Ciertos rasgos comunes de las casas y solares campesinos manifiestan
la interpretación de las funciones de producción y de consumo y la poca individuación de los espacios personales.” (Pepin, 1996, 76.) Los datos provenientes
del Censo de Población y Vivienda del año 2000, que corroboran lo anterior,
pueden verse en el anexo 2.
11 Un mecate es igual a 20 x 20 metros.
12 En casi todo el planeta se confronta la necesidad de hacer algo para mejorar
las condiciones locales de vida mediante una inserción ventajosa en los
mercados nacionales e internacionales. Ningún país en desarrollo —ni desarrollado—
es capaz de renunciar a los beneficios potenciales de la economía global
(globalización), con el consiguiente peligro de que las tradiciones locales sufran
los efectos de las nuevas pautas culturales de alcances igualmente globales
(Bauman, 1999).
13 Por falta de espacio no entraré en un análisis detallado de la información
censal contenida en los cuadros del anexo 1, en donde diferenciamos tres ámbitos,
el de Mérida, el de las pequeñas ciudades y el de los asentamientos “rurales” o
menores de 30 mil habitantes.
14 Proceso que también señalan Repetto Tió (1991) y Tello (1992).
15 Debido a la crisis política y económica que afecta al país, a partir de la
década de los setenta, dos fenómenos sociales se acentúan e imprimen al campo
una dinámica social peculiar. Por un lado, estalla la crisis de la agricultura, tanto
comercial como la de autosubsistencia, la crisis de la vía campesina. Y, por otro,
se extiende la dotación de servicios públicos a las comunidades (escuelas y energía
eléctrica, por citar algunos).
16 Según un funcionario de una compañía líder en el mercado, Yucatán ocupa el primer lugar de ventas en la región sureste del país. En 1997, se vendían en
promedio 2 500 televisores al mes (Diario de Yucatán, Mérida, Yucatán, 9 de
agosto de 1997).