Mayapán, una de las últimas metrópolis
mayas, floreció pocas décadas antes de la
llegada de los españoles. Esta gran ciudad amurallada
tenía una población de 12,000 habitantes y, al
interior de la muralla, más de 40 cenotes.
Así, protegida y con disponibilidad permanente de
agua, llegó a ser un bastión difícil
de conquistar.
En su plaza central se han encontrado gran cantidad de
restos humanos que evidencian batallas y conflictos porque
muestran mutilaciones, decapitaciones y perforaciones de
cráneos.
Como capital es importante, Mayapán controló
las rutas de comercio y al distribución de la
obsidiana que llegaba de toda Mesoamérica
|