¿Cual
es el significado y las repercusiones de perder la milpa para los más
de 25,000 milperos y sus respectivas familias que vieron su próxima
cosecha inundada o arrasada por el viento y la lluvia?1 ¿Qué
costos supone para la economía no solo de alrededor de 140 000
personas sino para las numerosas comunidades mayas afectadas por esta
pérdida. En los periódicos locales encontramos múltiples
referencias sobre las pérdidas millonarias en otros sectores de
la actividad agropecuaria del estado; pero poco se ha analizado sobre
el monto de los daños y los requerimientos para la recuperación
de la actividad que proporciona alimento y productos para vender a un
numeroso sector de la población afectada.
La ruta de la reconstrucción de la infraestructura
agropecuaria en Yucatán apunta a proseguir el mismo modelo económico
y social imperante en la península en el que prevalecen la desigualdad
socioeconómica y la discriminación cultural y étnica.
Modelo que privilegia los proyectos de “tecnología de punta
para el campo”, generados con frecuencia en contextos ecológicos
y culturales muy diferentes a los nuestros2 , con alta inversión
de capital e insumos exógenos, muchos de ellos contaminantes del
medio ambiente y en donde se perciben los bajos salarios prevalecientes
en el campo. Se habla de la recuperación de las empresas destruidas
sin una previa evaluación de las mismas en cuanto al impacto en
las condiciones de vida de la población involucrada y en el medio
ambiente.3
En
este artículo hacemos algunas reflexiones en torno al sentido y
a los costos que supone perder la milpa para las familias de los milperos
que se vieron afectados por el huracán Isidoro, resaltamos algunos
de los principios ancestrales que todavía mantienen los milperos
y señalamos algunas de las propuestas para su recuperación.
Para ello nos basamos en las entrevistas realizadas en siete comunidades
del sur del estado realizada por la Cooperativa de promotores mayas K
Éet Xíimbal “El que acompaña” y la organización
civil Misioneros A.C. (MAC), para evaluar los daños del huracán4 . Evaluación que permitió también conocer el sentir
de la población, sus propuestas y acciones inmediatas.
Las
entrevistas se realizaron a un 10% del total de familias de cada comunidad
de acuerdo a los datos proporcionados en los centros de salud de cada
una. La homogeneidad de la población y el hecho de que en las entrevistas
se incluyera a grupos con los que se trabaja hace confiables los datos
recabados. Previos diagnósticos realizados en estas comunidades5 permitieron también cotejar y comparar los datos.
Las
comunidades que formaron parte del estudio son la cabecera municipal de
Chacsinkin, los pueblos de Xoy en Peto, Xohuayan en Oxkutzcab, y Sabaché
y Kimbilá en Tixmehuac y las rancherías de Xcohil y Chaltunpujuy
también en Tixmehuac. Poblaciones que en conjunto representan 928
familias6 y una población aproximada de 5200 personas en las que
tanto la cooperativa como la asociación civil realizan diversas
actividades de capacitación y acompañamiento para el desarrollo
sustentable.
En
todas estas comunidades la vida cotidiana y ceremonial se estructura en
torno al policultivo de la milpa aunque para muchas familias proporciones
importantes de sus ingresos provengan de otras actividades como la apicultura,
el urdido de hamacas o la migración laboral. La siembra de hortalizas
tiene también una importancia creciente en algunas de ellas, pero
el manejo de los suelos, sembrando por ejemplo primero sandía y
luego maíz o bien combinando distintas especies y cultivando varias
parcelas simultáneamente, responde al mismo principio de manejo
múltiple y diversificado del medio ambiente.
Es
importante resaltar que si bien todas estas comunidades se encuentran
en el sur de Yucatán, donde ha tenido lugar un importante desarrollo
la agricultura de riego, han quedado marginadas de la misma con la excepción
de pequeñas unidades que recientemente se han empezado a fomentar.
Pese a la variedad de cultivos en la milpa y en otras parcelas, la disminución
de los rendimientos y la inserción desventajosa en el mercado con
los consiguientes bajos ingresos que obtienen por ellos, no permiten satisfacer
sus necesidades de consumo, de manera que muchas familias se encuentran
continuamente endeudados con los comerciantes locales y en una situación
deficitaria que hace que cualquier apoyo o subsidio a la producción
se utilice rápidamente para pagar las deudas o para las necesidades
apremiantes del consumo.7
Esta
situación hace más grave la pérdida de la mayor parte
de las cosechas, en especial del maíz, ya que si bien los rendimientos
de la milpa tradicional han bajado debido a la disminución de la
edad del monte tumbado, diversas estrategias adoptadas por los milperos
como la siembra en surcos, con insumos químicos o con abonos orgánicos,
han permitido mantener cosechas anuales que satisfacen gran parte del
consumo local de maíz e incluso proporcionan excedente que comercializar
como en Xohuayan. El cuadro 1 muestra el volumen de maíz que se
esperaba cosechar calculado con la media de la productividad por hectárea
proporcionada por los productores y que corresponde a años de cosecha
regular.8
CUADRO 1
MAIZ: SUPERFICIE SEMBRADA Y SINIESTRADA, ESTIMACIONES.
COMUNIDAD
HECTÁREAS
SEMBRADAS
Total
por
familia
HECTAREAS
SINIESTRADAS
Total
%
Kg/ha
estimados
Cosecha
estimada
Toneladas
Valor
estimado de la cosecha
Valor de la cosecha pérdida
CHACSINKIN
972
2.5
795
81.7
824
800.89
$1,361,513.00
$1,121,989.32
XOHUAYAN
700
2.8
574
82
1214
849.80
$1,444,660.00
$1.184,621.20
XOY
414
2.3
360
87
993
411.10
$698.873.00
$608,019.85
KIMBILA
375
3.1
356
95
1111
416.87
$708,689.62
$673,255.00
SABACCHE
375
2
300
80
993
372.65
$633,515.00
$506,812.5
XCOHIL
24
2.1
22.8
95
1390
33.36
$56,212.00
$53,876.00
CHALTUN
20
2.2
19.2
96
735
14.70
$24,990.00
$23,990.40
TOTAL
2880
2.4
2427
88
1037
2,899.37
$4,928,929.00
$4,337,457.52
Fuente: Los datos de hectáreas
sembradas se calcularon de acuerdo a la información del comisario
ejidal y con estimaciones a partir del 10 % entrevistado. El porcentaje
proviene de los resultados de las entrevistas y para el valor de la cosecha
se tomó $1.70 por kg de maíz, precio local de venta en ese
momento.
En
todas las comunidades este volumen sería suficiente para garantizar
el consumo anual de la mayoría de las familias e incluso para alimentar
cerdos y aves si pudieran conservarlo y no se vieran en la necesidad de
vender una parte para pagar deudas o adquirir otros alimentos, teniendo
que volver a comprarlo a un mayor precio. Por ejemplo, en Chacsinkin para
380 familias consumiendo en promedio dos toneladas y medio de maíz,
se requieren al año 950 toneladas, en Xoy 450 toneladas y en Chaltunpuhuy
27.5. Este año el volumen de maíz que se podrá cosechar
es mínimo y varía mucho de un milpero a otro, algunos no
tendrán ni semilla para el próximo ciclo; pero otros contarán
con maíz para un mes. La falta del grano limitará la crianza
de cochinos y los que no se murieron tendrán que venderse. En estas
comunidades el porcentaje de animales de traspatio muertos con el paso
del huracán no es muy alto, alrededor del 24% de las aves se ahogaron,
principalmente pollitos y pavitos y tan solo el 14% de cerdos, pero en
otras muchas del centro y norte, así como en el cono sur del estado,
perecieron la mayor parte de los animales.
CUADRO 2
ANIMALES DE TRASPATIO EXISTENTES Y PERDIDAS EN EL 10% MUESTREADO
COMUNIDAD
Total
de cerdos antes del Isidoro
Cerdos
muertos
Total
%
Total
de aves de corral antes de Isidoro
Aves
de corral muertas
Total
%
Aves
enfermas con el paso del huracán.
Total
%
CHACSINKIN
55
14
25.4
518
141
27.2
38
7.33
XOHUAYAN
49
3
6.1
335
62
18.5
38
11.34
SABACCHÉ
KIMBILA
8
0
0
71
0
0
0
0
XOY
-
-
-
87
43
49.4
5
5.7
XCOHIL
6
0
0
37
3
5.4
0
0
CHALTUNPUHUY
5
0
0
135
31
5.16
0
0
TOTAL
123
17
13.8
1183
280
23.6
81
6.8
Además
si consideramos la milpa en tanto policultivo y no solamente la producción
de maíz, tenemos que el panorama de la producción perdida
es mucho mayor y más grave tanto por su importancia para el consumo
como por su valor para la venta. De manera que en gran parte del oriente,
centro y sur del estado no solo se perdió maíz sino también
el frijol, los ibes, el xpelón, la calabaza, la yuca, el camote
y algunas hortalizas que en ella se siembran.
En
Chacsinkin por ejemplo se sembraron 972 has de milpa de las que se perdió
el 81% de maíz, pero dentro de la misma se había sembrado
también ib, frijol, calabaza, entre otros cultivos (ver cuadro
3). El total de has sembradas de milpa corresponde a las de maíz,
ya que los demás cultivos se siembran dentro de la misma aunque
no en toda la superficie sino solo en algunos mecates, por ejemplo se
prefieren las partes de kankab (suelos rojos) para calabaza o bien porque
no todos los milperos siembran todos estos cultivos. Así solo el
73% de las familias siembran ibes y el 63% frijol de manera que en realidad
el promedio de superficie sembrada de estos productos para estos cultivadores
es un poco mayor. En el caso de la calabaza la producción se refiere
a la pepita de calabaza que es un producto que se destina principalmente
al mercado.
Como
puede observarse en el cuadro 3, contrariamente a lo que se considera
comúnmente, el volumen y el valor de la producción en una
milpa es mucho mayor si se suman las diversos cultivos acostumbrados en
la misma. Sin tomar en cuenta otros productos como el macal, la yuca,
la calabaza misma, el xpelón u otros frijoles, estamos hablando
de más de $5000.00 por ha sembrada con todos estos cultivos, de
manera que si se proporciona a los milperos la mitad de maíz que
se esperaba cosechar no se les cubrirá ni la octava parte de los
que pensaban obtener en productos importantes.9 A precios locales el valor
estimado de la cosecha local es de $3,097, 707.00 para cerca de mil hectáreas
de milpa y un valor estimado de las pérdidas de $2,678,027.00
En
el cuadro 4 se observan las pérdidas de la milpa y de varios otros
cultivos como el chile habanero en la comunidad de Xohuayan ubicada en
las porciones elevadas del sur conocidas como witz, allende el Puuc. En
esta comunidad el ib, el frijol y el xpelón se cultivan tanto de
forma extensiva en la milpa como intensivamente en parcelas hortícolas
por lo que la productividad es mayor y las extensiones sembradas son menores.
También se encuentran un mayor número de variedades sembradas
tanto de frijoles como de maíces y calabazas en los diferentes
tipos de milpa que ahí se practican además de la tradicional:
siembra en surcos en tierra negra (conucos), siembra en tierras desmontadas
y preparadas con maquinaria agrícola o con labranza mínima
pero siempre conservando el policultivo. Además se registraron
siembras de pepino, sandía, papaya, pitahaya o achiote que también
resultaron dañadas. Desde luego no todos los milperos siembran
estos cultivos, en la muestra el 40% tenía sembrado entre uno y
ocho mecates de chile habanero.
Es
pues este un ejemplo más que ilustra el volumen y el valor de la
producción perdida, que supera los 6 millones de pesos para una
comunidad de poco más de mil habitantes, con agricultura milpera
y parcelas hortofrutícolas sumamente compleja y sustentable, cuyos
principios de uso y manejo de los recursos corresponden a una cultura
ancestral, diferente a la agricultura empresarial de monocultivo.
Como
un ejemplo ilustrativo de la riqueza y variedad de las parcelas de estos
agricultores tenemos el siguiente caso tomado de un milpero de Chacsinkin,
conocido por su empeño y dedicación, que trabaja la mayor
parte de su tiempo en su milpa y no suele migrar temporalmente como otros
muchos tienen que hacerlo.
Cuadro
5
SUPERFICIE SEMBRADA Y PRODUCCIÓN ESPERADA EN UNA MILPA DE CHACSINKIN,
2002
Cultivo
Superficie sembrada Has
Volumen esperado Kgs
Valor de la producción
$
Daño estimado
%
Valor de la pérdida.
$
Maíz
2 has
2250
3,825.00
100
3,825.00
Ib
1.2
900
7,200.00
95
6,840.00
Xnuk Cum
2
350
3,920.00
100
3,920.00
Xto’op
pepita gruesa
0.6
75
3,75.00
80
300.00
Tomate criollo
0.02
500
2,500.00
100
2,500.00
Frijol xmehen búl
0.04
80 (verde)
480.00
100
480.00
Frijol Tzamá
0.02
40 (verde)
480.00
100
480.00
Cedro
0.16
70 quebrado
No sabe
Total
2 has
4195
18,780.00
93
17,465
En
el caso de que hubiera obtenido la producción esperada y logrado
vender sus productos al precio estimado, habría obtenido ingresos
equivalentes a cincuenta pesos diarios. Sin embargo una parte importante
de esta producción se destina al consumo y solo parte del maíz,
el ib, el frijol y el tomate se venden. Aunque el daño estimado
fuera un poco menor, en la comunidad se estimo un 88% en promedio y el
volumen esperado fuera un poco alto, las pérdidas ascienden a más
de $15,000.00 y representan gran parte de su subsistencia cotidiana. Además
este milpero perdió 8 colonias de abejas de las 15 que tenía,
con un valor de $4,800.00 y el resto no tiene alimento por la falta de
floración. Ante este panorama, piensa salir a buscar trabajo como
peón o zanjero, aunque ello lo limite para poder sembrar hortalizas
en su solar y preparar su siguiente milpa. Otras opciones serán
la venta de leña y el urdido de hamacas de su esposa.
Otro
aspecto grave de los daños causados por el huracán, es el
peligro de perder las variedades de maíz criollo que suelen sembrar
y que significa una riqueza heredada y adaptada durante siglos. En estas
comunidades se registró también la variedad y cantidad de
semilla que se requeriría para el siguiente ciclo agrícola
encontrándose que en Chacsinkin se necesitarían alrededor
de 15.04 toneladas para sembrar cerca de mil hectáreas. De estas
la mayor parte (82% ) son semillas criollas, principalmente sak snuc nal
((48%), kan xnuc nal (10 %), sak xmehen nal (9%) y cantidades menores
de nal xoy, xcubana, xdzit bacal y nalt’el (gallito). Es por ello
que se ha considerado prioritario realizar colectas de estas semillas
para que puedan reproducirse en solares o parcelas con riego y contar
así con la semilla requerida el próximo ciclo.
En
relación a los daños en la apicultura en las comunidades
muestreadas, de acuerdo a los cuadros 6 y 7 se observa que si bien los
daños fueron menores al promedio calculado para el estado y a las
pérdidas que sufrieron otras muchos apicultores del centro y norte
del Estado, no dejan de ser de consideración. Sobretodo porque
representarán la única posibilidad de ingreso para muchos
y porque al no haber flores, las abejas corren peligro de morir y se encuentran
mas susceptibles a enfermarse sino se les da atención y suplemento
alimenticio.
Cuadro
7
TOTAL ESTIMADO DE APICULTORES Y COLONIAS EN LAS POBLACIONES MUESTREADAS
COMUNIDAD
Total
de apicultores
Total
estimado de colonias
Colonias por apicultor, promedio
Colonias
Dañadas
Estimación
Total
%
Colonias
Enfermas
Estimación
Total
%
Costo estimado del daño
CHACSINKIN
86
1211
15
316
26
120
9.23
$158,000.
XOHUAYAN
40
880
22
211
24
205
23
$105,500
SABACHE
38
1064
28
49
4.65
136
12.8
$ 24,500.
KIMBILA
23
345
15
67
19.48
147
4.8
$33,500
XCOHIL
2
20
10
0
0
0
0
0
CHALTUNPUJUY
2
6
3
0
0
0
0
0
XOY
9
111
12
¿?
¿?
¿?
TOTAL
200
3637
18
658
18.1
117
17.8
$329,148
Fuente: información proporcionada por el promotor
apícola de la Cooperativa en base a los registros de los apicultores
en los diferentes grupos existentes en las comunidades. Daños totales
estimados de acuerdo a la muestra del 10% de entrevistas.
Los
efectos del huracán agravan una situación de pobreza y endeudamiento
continuo de la mayoría y llevan a condiciones de miseria, hambre,
migración masiva de jóvenes y adultos varones e intensificación
del trabajo de las mujeres en el urdido de hamacas o en el bordado. Los
menos, campesinos y apicultores medios se verán obligados a vender
sus cochinos o algún ganado y endeudarse a cuenta de futuras cosechas
de miel o de maíz.
Perder
la milpa no sólo es perder el maíz que se consumiría
a partir de noviembre hasta mediados o más del próximo año
y la semilla para sembrar el próximo ciclo, sino también
el necesario para preparar la comida ceremonial para los rituales agrícolas
o el xpelón para el hanal pixan. Perder la milpa trae desesperanza,
tristeza y dolor. Pero en medio del aparente fatalismo o “tranquilidad
porque es obra de Dios” y de esperar que “el gobierno nos
apoye con lo necesario para seguir trabajando”, los milperos del
sur no se encuentran pasivos, saben que “hay que animarse...”
, recuperar las colmenas, tumbar para el próximo ciclo, “siempre
he luchado y no es la primera vez que pasa” y al menos tienen salud.
Así,
al mismo tiempo que se desaniman al ver sus milpas y piensan que “sólo
Dios puede dar fuerzas para vivir” y del coraje porque “el
huracán nos dejó en la ruina después de tanto esfuerzo”,
quienes tenían semilla resembraron frijol jamapa al día
siguiente que cesaron las lluvias. Otros más sembraron hortalizas
o hacen planes para hacerlo en cuanto cuenten con la semilla y con mangueras
para riego. Sus propuestas para paliar los efectos de futuros huracanes
incluyen árboles frutales resistentes, sistema de riego que permitan
sembrar anticipadamente, maíces de ciclo corto, aprender otros
oficios, entre otras. Están esperando que los programas gubernamentales
incluyan empleos temporales para trabajar en los solares, presupuesto
para infraestructura de riego, así como para alimentos; pero sobretodo
lo que se piensa y desea es trabajar, no solo para tener que comer sino
para no enfermarse de tristeza.
Aquí
no hemos referido a una pequeña muestra de las comunidades afectadas
pero muchas de las extensiones de maíz que se perdieron incluían
estos cultivos, aunque es difícil contar con un cálculo
exacto. Si asignamos un valor conservador de $3,000.00 a la cosecha que
se perdió por hectárea de milpa sembrada, estamos hablando
de trescientos millones de pesos tan solo para la superficie que se reconoce
siniestrada y que no incluye a municipios fuera de la zona de desastre
pero donde también se registran pérdidas importantes de
la milpa (del 70 al 100%) como en el riente.10 Además, en el centro
y norte del estado los daños en la apicultura y en los solares,
incluyendo tanto los frutales como los animales e infraestructura, fueron
mucho mayores.
Hasta
el momento las propuestas gubernamentales para atender a esta población
se reducen a la media tonelada de maíz por hectárea sembrada
así como algunas otras medidas para apoyar las actividades del
solar pero el monto a erogar es mínimo si consideramos la población
a atender y lo comparamos con el monto con el que se ha apoyado por productor
a otros sectores agropecuarios de tipo empresarial que ocupan a una menor
población.11
No
es cuestión de paternalismo o populismo mal entendido, la recuperación
de las comunidades mayas afectadas por el huracán requiere de políticas
y estrategias completas que la atiendan de manera integral, asignando
los recursos, sobretodo si son escasos, con prioridades definidas por
la ética12 y por ende por la justicia social, compensando las enormes
pérdidas para 35,000 o más familias de milperos del estado.
Ello permitiría realizar tanto los trabajos productivos necesarios
como disponer de alimentos.
Sin embargo las comunidades mayas no deben verse
como objetos pasivos de proyectos generados al margen de las mismas. Se
trata de construirlos entre todos en base a los modos de vida que les
son propios y les interesa desarrollar. Algunas organizaciones civiles
en coordinación con organizaciones de base de comunidades de la
península han estado elaborando algunas de estas propuestas que
incluyen la recuperación de semillas criollas de la milpa y la
siembra de hortalizas tanto en los solares como en parcelas cercanas al
poblado o en unidades de riego restauradas. Propuestas que serán
limitadas si no se logra involucrar a un mayor número de milperos
y comunidades, a institutos de investigación y las dependencias
gubernamentales responsables de la política agropecuaria y social
del país y del estado, de manera coordinada.
.
CUADRO 3
CHACSINKIN: SUPERFICIE CULTIVADA DE MILPA COSECHA ESTIMADA Y PERDIDAS
CULTIVO
SUP.CULTIVADA
Total
Por
familia
KG/HA
Estimados
COSECHA
estimada Total
Tons
por
familia
SUP.dañada
TOTAL
HAS
%
Recuperación
esperada
Total
x fam
Valor
de la cosecha
Ha
Total
Valor de la pérdida
Ha
Total
MAIZ
972 has
2.5 has
823.97 kg
800.898
2.059
795.8
81.7
145.8 tons
376 kg
$1,400,
$1,361,513
$1,154.31
$1,121,989.3
IB
400 has
1.1 has
371.06 kg
148.425
408kg
361.28
90.1
40.43
tons
44 kg
$2,968
$1,187,400.
$2,672
$1,069847.40
FRIJOL
190
has
0.50 has
115 kg
21.850
57.5kg
180
95
1.15
tons
2.8 kg
$575.0
$109,250
$546.0
$103,787.50
CALABAZA
400
has
1.24
83.5kg
39.245
103.kg
408.90
87
5.10
tons
13 kg
$935.2
$439,544
$813.45
$382,403.28
Total
972 has
2.5 has
$5878.
$3,097707.00
$5172.64
$2,678,027.48
Fuente: Evaluación de daños causados por
Isidoro, en el 10% de las familias, octubre 2002 y comisario ejidal.
CUADRO 4
XOHUAYAN, OXKUTZCAB: SUPERFICIE CULTIVADA DE MILPA, COSECHA ESTIMADA Y
PERDIDAS
CULTIVO
SUP.CULTIVADA
Total
Por
milpero
KG/HA
Estimados
COSECHA
estimada
Total
Tons
por
familia kgs
SUP.dañada
TOTAL
HAS
%
Valor
estimado de la cosecha
Total
Por
ha
Valor
estimado de las pérdidas
Ha
Total
MAIZ
700 has
2.8 ha
1214 kg
849.80
3,400 kgs
574
82
$1,444,660.00
$2,063.00
$1692.30
$1,184,621.20
IB
155 has
.62
678 kg
105.09
420 kgs
130
84
$847,200.00
$5424.00
$4556.16
$706,204.00
FRIJOL
38 has
.15
1032.3 kg
39.22
154.84 kgs
36.5
96
$196,080.00
$5160.00
$4953.6
$188,236.80
Calabacita
111 has
.44
120 kg
13.32
52.8 kgs
107.6
97
$149,184.00
$1344.00
$1303.68
$144.708.00
XPELON
20 has
.08
6603 rollos
132,060
rollos
528 rollos
13.89
69
$594,270.00
$29,713.00
$20,501.00
$410,046.00
Subtotal milpa
$3,231,394.00
$2,633,843.00
CHILE HABANERO
20 has
.08ha
(2mecates)
18,000 kg
723/mecate
360
1440 kgs
19.6
98
$3,600,000.00
$180,000.00
$176,400.00
$3,528,000.00
TOTAL
$6,831,394.00
$6,161,843.00
Fuente: Evaluación de daños causados por
Isidoro en el 10% de la población y comisario ejidal.
Profesora
investigadora del Centro Instituto Nacional de Antropología e
Historia-Yucatán