Cada año, después de las siembras en mayo-junio, los milperos, de los pueblos de Yucatán, se reúnen para hacer una gran fiesta para todos los dioses que tienen que ver con el cultivo de su sustento: el maíz, frijol y calabazas principalmente. Durante esta fiesta, banquete de lujo, los campesinos recuerdan a los dioses que ya es tiempo de regar. En los pueblos más tradicionales participan todos los hombres en la ceremonia. En otros pueblos, son pequeños grupos de campesinos los que organizan su ch'a' cháak.