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Cargos rituales en la organización social de Kanxoc

María Cecilia Lara Cebada

 

En este artículo se analiza las distintas entidades sociales que intervienen en la organización de la fiesta patronal de Kanxoc, comunidad maya situada al oriente del estado de Yucatán, haciendo énfasis en el sistema de cargos rituales cuya existencia sólo es explicable mediante el estudio de las formas de articulación comunal con la dinámica regional. Los cargos religiosos tienen la función primordial de satisfacer las demandas de los poderes divinos en aras de bienestar de la población, sin embargo, su esfera rebasa el espacio religioso logrando permear los distintos ámbitos de la vida colectiva. Se muestra la forma como estos cargos constituyen un aspecto importante de la organización social jerárquica, sobre la que descansa la reproducción social y cultural de los mayas yucatecos.

 

El sistema de cargos en la sociedad indígena

La extensa bibliografía que hay sobre el sistema de cargos en las sociedades indígenas de nuestro país muestra el interés que el tema ha suscitado desde hace más de 50 años entre los estudiosos sociales. El énfasis temático y las perspectivas de análisis son variados y han generado grandes polémicas, cuya discusión rebasa los límites de este escrito. Tampoco se ha llegado a un acuerdo sobre los orígenes de los sistemas de cargos en México,1 sin embargo, lo que queda claro es que por lo menos desde la Colonia ha habido instituciones indígenas encargadas de la celebración y financiamiento del culto a los santos y otras fiestas religiosas, y aunque éstas se han modificado a lo largo del tiempo y han adquirido características regionales distintas,2 substancialmente han mantenido uno de sus cometidos originales, mantener la relación de la comunidad con sus divinidades protectoras.

            Entre los autores que recientemente han discutido el tema, se encuentra Andrés Medina (1995: 7-23; 2000: 259-285), cuyos trabajos me han sido útiles para comprender el sistema de cargos como una de las formas de organización social indígena sobre la que descansa la identidad étnica. En sus textos, el autor defiende la existencia de una continuidad entre cultura y la cosmovisión indígena actual y las de las sociedades mesoamericanas, como producto de la resistencia a la dominación y el desarrollo de estrategias de muchas comunidades para preservar su cultura y sus modos de vida, en el marco de las tensiones con la sociedad global (Medina, 1995: 9-10). Gran parte de la transmisión de conocimientos y creencias campesinas se ha dado directamente mediante el proceso del trabajo agrícola; pero el carácter ritualizado de éstas llevó a la formulación y sistematización de este ejercicio cotidiano en una concepción del mundo que permea todos los ámbitos de su vida, en tanto que ordena sus acciones sociales, políticas y religiosas (Medina, 1995: 9). Afirmar que la cosmovisión y cultura indígenas han perdurado, no implica decir que se han mantenido inmutables, sino que han incorporado distintos elementos de los entornos histórico sociales en los que se han insertado a partir de la conquista hispana, pero estas influencias del exterior han sido resemantizadas a partir de la propia cultura y cosmovisión.

            Ahora bien, la recreación de la memoria colectiva ha sido, durante centurias, el principal vehículo de transmisión de estas formas de vida y pensamientos indígenas. Florescano (2000: 24-27) señala que junto con los calendarios solar y religioso, la tradición oral y el rito tienen un papel importante en este proceso. Estrechamente relacionado con la memoria histórica, el ritual es una recreación del pasado, experimentada y renovada cíclicamente, pero también se constituye como guía futura (Portal, 1997: 67). Mediante el ritual un grupo reafirma su origen común y las normas que lo significan, reactualizándolas periódicamente. Una de sus múltiples funciones es la legitimación de las jerarquías sociales, en tanto que cada miembro de la sociedad asume un papel de acuerdo con su rango.

            En consecuencia, la persistencia de las formas de vida y concepciones del universo de las sociedades indígenas actuales, en muchas comunidades encuentra un sustento sólido en los sistemas de cargos cívico religiosos, que se erigen como una de las instituciones responsables de reproducir y reformular las prácticas, los valores y las concepciones que son significantes para estas sociedades al asumir la tarea de organizar y realizar celebraciones y rituales colectivos en los que se recrea y reactualiza la cultura. Además, mediante su participación en las ceremonias desempeñando un cargo, el individuo accede al conocimiento más profundo de los valores que rigen la trama de su sociedad, que le otorgan significado a su presente campesino, y que lo enlazan con su pasado indígena. Es decir, si consideramos que la identidad indígena campesina está constituida por las representaciones sociales de las prácticas cotidianas repetidas por las comunidades a lo largo de su historia, entonces el sistema de cargos se nos presenta como una de las organizaciones sociales que procura la permanencia de esta identidad.

            Para el caso que nos ocupa, el sistema de cargos, se encuentra enraizado en la matriz agraria que de acuerdo con Medina, significa a las comunidades indias de hoy (1995: 10), pues el despliegue de la jerarquía más amplia se expresa en la fiesta patronal (vinculada con la empresa colectiva campesina), pero también los cargos entran en funciones durante las celebraciones a lo largo del ciclo agrícola. En consecuencia, esta jerarquía es uno de los ejes sociales sobre el que descansa la identidad campesina maya del Kanxoc.

            El trabajo aquí presentado tiene como objetivo central, mostrar la importancia de la jerarquía de cargos rituales de la fiesta patronal de Kanxoc, Yucatán, en la organización social de la comunidad y en la construcción y reproducción de su identidad étnica. Con esta finalidad, ha sido organizado en tres partes, primero presento algunos aspectos de la comunidad de Kanxoc y de la región en la que se encuentra, que permitirán reflexionar sobre su identidad étnica, después describiré la jerarquía de cargos y posteriormente expondré algunas reflexiones.

La identidad étnica de Kanxoc

La comunidad de Kanxox se encuentra situada en la región oriental del estado de Yucatán, es comisaría del municipio de Valladolid y se localiza a 14 km al oriente de la ciudad cabecera del mismo nombre. La región que nos ocupa tuvo importancia en la época colonial como productora de maíz, algodón y caña de azúcar; socialmente se significó por los constantes enfrentamientos entre indios y blancos, que finalmente culminaron con la rebelión indígena conocida como la guerra de castas que inició en la segunda mitad del siglo XIX.

            El panorama de esta zona para la primera mitad del siglo XX, es de una relativa marginación respecto al desarrollo capitalista alcanzado en otras regiones de la sociedad yucateca (por ejemplo, la zona henequenera). Este relativo estancamiento fue consecuencia, en parte, de la devastación sufrida durante la guerra de castas y también de la lucha cotidiana de muchos pueblos mayas por defender sus propias formas de ser. Sin embargo, a partir de los años sesenta, se nota un cierto dinamismo en la región, producto del desenvolvimiento de los sistemas de carreteras y caminos vecinales en el área y el surgimiento de la región ganadera de Tizimín hacia el norte; esta actividad se ve acrecentada en los setenta con el desarrollo de la zona turística del Caribe (al oriente), y con el establecimiento de un parque industrial en los ochenta, con cuatro industrias maquiladoras de capital extranjero que captan mano de obras de la región. A pesar de que las comunidades del área no han desdeñado los beneficios acarreados por los cambios e innovaciones, han sido selectivas y han sabido adaptarlos a sus formas de vida maya.

            Hoy día la organización sociopolítica de Kanxoc está conformada por las autoridades que son reconocidas por la sociedad nacional, es decir, el comisario municipal y el ejidal, sin embargo, la toma de decisiones y la legitimidad de éstas están enraizadas en la asamblea del pueblo. Además, hay otras formas de organización social que rigen las relaciones sociopolíticas al interior de la localidad, se trata de un sistema de cargos con dos vertientes: los de tipo religioso cuyo análisis es objeto de este trabajo y la jerarquía de cargos militares denominada “la Guardia”, que a pesar de no estar reconocida por la sociedad nacional, se encarga de salvaguardar el orden del pueblo y evitar la intromisión de extraños; en ella participa la mayor parte de los varones de entre 18 y 50 años de edad de la comunidad.3

            Ahora bien, la cultura de Kanxoc, al igual que la de los demás pueblos mayas de la región se encuentra estructurada alrededor de su principal fuente de sustento, que es el maíz, cuyas técnicas de cultivo son milenarias. Considero que el cultivo de la milpa es uno de los pilares sobre los que se estructura la identidad étnica de Xanxoc, pues al constituirse como la empresa común más importante, encauza al individuo a establecer y reafirmar los estrechos vínculos que lo unen con la tierra y con la naturaleza, al mismo tiempo que estructura y organiza las relaciones familiares y comunitarias; además, lo azaroso del cultivo en la milpa de temporal conduce a que las fuerzas de la naturaleza y los poderes que las controlan, tengan vital importancia para el grupo. Por consiguiente, la religiosidad entendida como la expresión de las relaciones que el pueblo mantiene con estos poderes sobrenaturales o divinos para obtener sus favores, cobra gran relevancia en la conformación y preservación de la identidad étnica en Kanxoc, sobre todo cuando la relación con la divinidad expresa el interés colectivo de procurar el sustento comunitario.

            Los santos patronos del pueblo, san Cosme y san Damián, al igual que las otras deidades de origen maya que constituyen el panteón kanxoqueño, pueden ser benevolentes o ser fuente de desgracia, dependiendo del comportamiento humano, por tanto, el pueblo necesita asegurarse de que estos santos en especial, por ser los guardianes tutelares del pueblo, no desaten su furia contra la comunidad, y en cambio la protejan. La historia oral relata que antaño se estableció una alianza con los santos para obtener sus dádivas y evitar tantos castigos que éstos enviaban; en este arreglo, el pueblo de Kanxoc se comprometió a realizar una serie de acciones para honrarlos entre las cuales sobresale por su magnitud, duración e importancia corporativa, la fiesta en su honor; a cambio de tales acciones, los santos resguardan a la comunidad.4

            Las expresiones religiosas que tienen lugar durante la fiesta, aunque están influenciadas por el catolicismo, se dan en total autonomía respecto de éste, los kanxoqueños deciden qué, cómo, cuándo y dónde hacerlas. Para consumar su tarea, sólo requieren observar dos preceptos: a) hacer la fiesta de la misma manera como “los antiguos”, sus antepasados, la realizaban; b) sumar esfuerzos en esta tarea, es decir, olvidar temporalmente las rencillas y divisiones emanadas de lo heterogéneo de su sociedad. Por lo tanto, la empresa de la fiesta es posible gracias a la existencia de una institución religiosa con cargos jerárquicamente definidos y reglamentados, que ordena las relaciones del pueblo con los santos y organiza las actividades de la comunidad en el cumplimiento de su misión.

 

Los cargos religiosos en Kanxoc

Los cargos religiosos están dispuestos en rangos de acuerdo a su importancia y funciones, sin embargo, los he agrupado en dos grandes bloques atendiendo al tipo de relaciones que cada conjunto de categorías establece con la divinidad y que repercuten en su cometido social.

            Cargos vitalicios. El primero de estos grandes grupos corresponde a los cargos denominados mayores de la fiesta. Está constituido por 12 personas que desempeñan distintos cargos vertebrados jerárquicamente, pero con una serie de funciones comunes que pueden sintetizarse en dos:

            Resguardar el conocimiento sobre los mandatos divinos que de generación en generación les han sido legados. Son considerados guardianes de este saber, lo que los coloca en un lugar privilegiado en la sociedad por su relación directa con la divinidad. A nivel simbólico, los mayores representan a los santos en algunos de los rituales de la fiesta, su cargo es vitalicio pues quien lo ocupa fue elegido por la divinidad. La otra responsabilidad que tienen es renovar el convenio con los santos a través de los rituales y de la fiesta; planean las actividades, estipulan los tiempos y lugares de los eventos relevantes así como las acciones a seguir. Los nukuch meno’ob toman las decisiones importantes. Además, cumplen con la tarea de orientar a los demás cargueros sobre las responsabilidades y formas de conducirse para el buen desempeño de su cargo, pues como se dice en Kanxoc: “sólo ellos saben cómo debe hacerse la fiesta”.

Cargos rotativos. El segundo gran grupo de cargos, es mucho más numeroso, pues incluye al resto de la comunidad, y aunque en este momento le demos tratamiento de bloque, está constituido por otra serie de rangos con gradaciones. Las personas que ocupan cada cargo permanecen en él sólo durante el período de abarca la fiesta.

            A nivel simbólico este segundo gran grupo representa en los rituales al pueblo de Kanxoc; es el conjunto de cargos que tiene el compromiso con los santos patronos de cumplir con lo pactado y de su desempeño depende el futuro inmediato del pueblo. En consecuencia su tarea principal es llevar a cabo la fiesta, es decir, bajo la dirección de los mayores, participa en la organización de la fiesta, la costea y la lleva a efecto.

 

Orden jerárquico de los cargos

He dividido internamente cada uno de los dos grandes grupos de cargos religiosos en varios subgrupos, según el papel que desempeñan y la importancia de éste.

            En el bloque de cargos vitalicios tenemos que se identifican dos:

            En el nivel más alto de la jerarquía están los tres nukuch meno’ob o mayores de la fiesta, ordenados a su vez en diferentes escaños. A la cabeza se encuentra el nojoch nukuch men (mayor principal, o gran principal, o gran prioste).5 El siguiente cargo es el nukuch men o mayor de la fiesta, quien cumple con la tarea de suplir al primero en algunas de sus funciones. Ambos nukuch men son además jmeno’ob, es decir son sacerdotes mayas y médicos mayas, que ofician en los rituales agrarios, los relacionados con el ciclo de vida y otros vinculados con la vida cotidiana de las familias campesinas.

            Con un rango menor enseguida encontramos al nukuch men de jinetes, vaqueros y toreros de la fiesta, quién se encarga de instruir a los mayores que dirigen a los jinetes, vaqueros y toreros cuya participación es de primer orden en la corrida6 y en los rituales.

            Por debajo de ellos se encuentran otros nueve nukuch meno’ob o mayores, los cuatro primeros son: un mayor de jinetes, un mayor de vaqueros, un mayor de toreros y un mayor de servidores (Its’aako’ob), quienes coordinan las acciones e instruyen a las personas que ocupan los cargos de jinetes y vaqueros, toreros respectivamente. El mayor de servidores de menor rango, que son asignados a cada diputado para asesorarlo durante los tres días en los que se realizan los preparativos de la celebración que le corresponde. Entre este subgrupo destaca el secretario del nohoch nukuch men, quien lo auxilia en sus tareas y además, funge como juez durante las corridas de toros.

            Respecto a los cargos rotativos, identifique tres subgrupos

            Por debajo de los mayores, se encuentra el cargo de diputado (kuch nal).7 En ellos recae la responsabilidad de llevar a efecto y costear la fiesta, son los ejecutores de las acciones señaladas por los mayores. Hay nueve diputados y a cada uno le corresponde un día de la fiesta, siete de ellos son “diputados de corrida” (cargos de más prestigio) y de los restantes, uno se encarga de la vaquería con la que da inicia la fiesta y el otro de la charlotada, con la que termina. Cada diputado es nombrado por su antecesor, previa consulta con los mayores, durante la fiesta anterior y generalmente el diputado tiene uno o más “socios” que le ayudan con los gastos de la fiesta.

            En el siguiente nivel están los cargos que constituyen el equipo de apoyo directo de cada diputado, ya que el cumplir con los santos implica mucha inversión, en trabajo, especie y dinero8 y aunque el diputado es el responsable y el que cubre la mayor parte de los gastos, también recibe ayuda de mucha gente de la comunidad.

            El equipo de soporte de cada diputado consta de dos grupos constituidos de entre 10 y 15 jóvenes que se reclutan como voluntarios para fungir como jinetes y vaqueros uno, y como toreros el otro; uno o dos mayores de itsa’ako’ob que además de asesorar, se encargan de atender a los invitados de acuerdo con su jerarquía y una mayor x-kus, quien se responsabiliza de los guisos.

            En el último nivel se encuentra un grupo más vasto de colaboradores del diputado que son las personas directamente invitadas por los mayores del nivel anterior para trabajar bajo su dirección los tres días.

            Además hay otra categoría de “invitados” más amplia, constituida por personas que voluntariamente ofrecen trabajo, dinero o productos al diputado para cumplir su promesa. Además, pueden participar como invitados tanto las personas de la comunidad, como fuera de ella y generalmente cuando se recibe una contribución, el diputado está comprometido a resarcirla en productos equivalentes en la misma fiesta y además a contribuir de manera similar en la fiesta patronal del invitado si éste no es de Kanxoc, entablando así una red de reciprocidad de donativos que ayudan a subsidiar las fiestas en la región y estrechan los lazos entre los pueblos mayas.

 

Participación de otras instancias comunitarias

Las formas de participación hasta ahora tratadas se dan a nivel doméstico y comunal, pues cada persona interviene ya sea como representante de su familia o bien, de su localidad. Sin embargo, en fechas anteriores a la fiesta, los diputados y nukuch mayores se reúnen con el comisario municipal y los altos mandos de la guardia, con el fin de llegar a un acuerdo sobre su participación en la fiesta. Este convenio consiste en estipular la cantidad de cartones de cerveza que cada diputado entregará a la cuadrilla que integre la guardia en su día, ya que los miembros de la guardia son los encargados de la construcción del coso taurino y tienen la no menos importante tarea de salvaguardar el orden durante la fiesta. Lo anterior muestra que los cargos son también un medio de enlazar las formas organizacionales que constituyen el entramado sociopolítico de la comunidad pues en este convenio a la vez que se deslindan los respectivos campos de acción en los que cada institución de la localidad incide, se manifiesta la unidad comunitaria.

 

Reflexiones finales

En lo anterior hemos visto que la jerarquía de cargos religiosos puede concebirse como la organización inclusiva que integra las distintas instancias sociales (religiosas, civiles y familiares) de Kanxoc en aras de un cometido común, la fiesta patronal que como se dijo, se encuentra enraizada en la continuidad de su ser étnico y social.

            Al mismo tiempo, la red de reciprocidades que mediante los cargos se da entre Kanxoc y otras comunidades, amplía las relaciones comunales a nivel regional como un claro indicio de la hermandad existente entre los pueblos, basada en la comunión de valores y formas de vida que se reproduce y defiende de manera similar.

            Al unificar de manera jerárquica a la comunidad, el sistema  de cargos reitera y sanciona las formas de estratificación social propias de la población. En otras palabras, la incorporación de cada integrante de la comunidad a los cargos no es homogénea sino que refleja las jerarquías y los espacios en los que se expresa el poder en la comunidad. Al mismo tiempo, la autoridad (en este caso religiosa) encuentra su legitimación en valores propios del grupo.

            Por su carácter unificador así por la fuente de su legitimidad, el sistema de cargos constituye un mecanismo de reproducción social y cultural importante. A través de éste, el individuo y su familia tienen acceso al conocimiento de las normas y valores sociales heredados de sus antepasados, lo que les da su ser específico y permite su continuidad. Su carácter rotativo asegura que buena parte de la población se desempeñe en alguno de los cargos importantes, o en caso contrario, su carácter inclusivo garantiza que la mayor parte de la población pueda participar en alguno de los niveles de la jerarquía.

            Es necesario explicitar también que el sistema de cargos no es un aglutinante absoluto de la comunidad, ya que algunos de los jóvenes que trabajan fuera del pueblo durante largo períodos, no siempre participan en ellos, se incorporan a los festejos más como espectadores que como actores, aunque se ha dado el caso de que cuando contraen matrimonio y se establecen en la comunidad, tienden a integrarse a los cargos como una forma de adquirir su membresía. En ocasiones estos jóvenes migrantes, fungen como socios, es decir, son los que asumen los gastos que el padre de familia contrae con algún cargo, asegurando así el prestigio familiar. Por otra parte, se encuentra una porción importante de la población que no profesa el catolicismo y que en consecuencia, no participa en los cargos: sin embargo, suele asistir como espectadores a algunos festejos que no pongan en entredicho los principios de su religión.

Este material apareció publicado en: Temas Antropológicos, 2002 Vol. 24, núm. 1, págs. 54-65

Bibliografía

 




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