Hoy es: Jueves, 25 de Abril de 2024
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Caminando y "paseando" con la virgen.
Religión popular e identidades sociales
en el noroccidente de Yucatán. 1

Francisco Fernández Repetto
Genny Negroe Sierra

 

Entre los habitantes de los pueblos y villas yucatecas son prácticas comunes la asistencia y participación tanto en los santuarios como en las peregrinaciones y fiestas patronales. Las ocasiones en que concurren estos fenómenos religiosos son por demás, interesantes, pues en un mismo momento y espacio se articulan prácticas que pueden llevarse a cabo de manera independiente.

    Se hace un primer análisis de una situación de este tipo de fenómenos tal como ocurre en las poblaciones de Tetiz (santuario) y Hunucmá (fiesta patronal).2 Ambas poblaciones se encuentran articuladas de muchas maneras y una de ellas en especial nos compete, el compartir a la imagen en ocasión de la fiesta patronal de la última.

    Compartir la imagen implica una práctica necesaria que establece un puente entre ambas poblaciones, la peregrinación/procesión que cada año se raliza de Tetiz a Hunucmá durante las tres semanas que dura la misma. Menos espectacular es la peregrinación/procesión de retorno. Aquí únicamente se analizará la primera en la medida en que es considerada la más importante, pero sobre todo porque en ella se presentan de manera más nítida las identidades sociales, de las cuales en particular se observan las que corresponden a las unidades corporadas: Cargadores y gremios.

    Con el fin de abordar tanto la descripción de la tríada santuario-peregrinación/fiesta patronal hemos dividido el presente trabajo en tres partes, en la primera de ellas se presenta brevemente el contexto social y cultural en el que se desenvuelve la tríada ya mencionada. En el segundo apartado se presentan las definiciones de cada uno de los elementos de esta tríada ya mencionada. En el segundo apartado se presentan las definiciones de cada uno de los elementos de esta tríada para luego, en el último apartado, analizar la casuística.


Traslado de la imagen de la virgen de la Asunción de Tetiz, Yucatán.
Traslado de la imagen de la virgen de la Asunción de Tetiz, Yucatán.
Fotografía de Edward Montañez.

 

El contexto de Hunucmá y Tetiz

La evolución socioeconómica de Tetiz y Hunucmá no es significativamente diferente de otros asentamientos de la misma región. El establecimiento de encomiendas y fincas rurales dedicadas a la cría de ganado fueron comunes durante la época colonial. Más tarde, una vez que los rebeldes responsables de la Guerra de Castas habían sido aplacados, la totalidad del noroeste de la Península fue dedicada al monocultivo del henequén.

     En la segunda mitad del siglo pasado, debido al buen precio de la fibra del henequén, la zona hoy llamada henequenera empezó a consolidarse y a prosperar. Situada en el noroeste del estado, este territorio había tenido una marcada dependencia del sitio central de la Provincia, Mérida. Desde que la actividad henequenera se desarrolló en Yucatán, Hunucmá y Tetiz estuvieron involucrados en su producción por lo que importantes haciendas se desarrollaron dentro de estos territorios, ahora municipios de Yucatán.

     Los mayas que vivían en las comunidades cercanas a Mérida participaron activamente en los experimentos socioeconómicos que tuvieron lugar desde el período colonial. Así, fueron ellos los que con su trabajo impulsaron el desarrollo en las estancias, más tarde trabajaron en la hacienda clásica y a principios del presente siglo fueron los que contribuyeron al crecimiento de Mérida, y al enriquecimiento de su oligarquía por las plantaciones henequeneras.3

     En este sentido, el modo de vida de los mayas de esta zona estuvo fuertemente ligado al de sus amos españoles y criollos desde principios de la conquista y colonización, y más tarde sirvieron a la europeizada oligarquía yucateca. Esta situación produjo una proximidad cultural con los europeos blancos y sus descendientes y a la gradual formación de un mestizo con un perfil diferente de identidad maya.4

     La variada y sistemática expropiación de tierras forzaron a los mayas de las plantaciones henequeneras, a buscar estrategias que les permitieran relacionarse con la población blanca. El relativamente temprano uso del español para la comunicación oficial y pública, la adopción del vestido europeo y el cambio de los apellidos entre otras cosas, formaron una parte integral de este conflicto en el que los mayas expresaron un cierto reconocimiento de su situación de subordinación, pero todavía hoy mantienen expresiones culturales que revelan la presencia de una distintividad cultural maya-mestiza.5

 

Hunucmá

La villa de Hunucmá es la cabecera del municipio del mismo nombre. Se encuentra ubicada a 29 km de la ciudad de de Mérida. Además de la cabecera municipal se encuentran en el municipio las siguientes comunidades: Hunkanab, San Antonio Chel, Sisal y Texan de Palomeque.

     El norte del municipio colinda con el Golfo de México, hacia el sur con Tetiz y Samahil, hacia el este con Progreso, Ucú y Umán; teniendo un total de 599.1 kilómetros cuadrados.6

     Hunucmá es un palabra maya que según Suárez significa "abundancia de aguas o de lluvias".7

     El número de habitantes de la cabecera municipal asciende a 17,495 habitantes con un población empleada a 4,795 personas, distribuidas sectorialmente de la siguiente forma: 1,591 (33%) empleada en el sector primario, 1,384 (29%) en el sector secundario y 1,693 (35%) en el sector terciario8 . Es importante mencionar que la existencia de cierto grado de desarrollo en el sector terciario ha hecho de Hunucmá el más importante centro municipal del occidente del Estado, satisfaciendo las demandas de consumo de gran parte de las pequeñas comunidades de los alrededores y de las cabeceras municipales cercanas tales como Tetiz y Kinchil.

     Como parte de la zona henequenera del Estado, Hunucmá ha sido severamente afectado por el decline de la producción de la fibra hasta su casi extinción. Los jóvenes de Hunucmá han buscado empleos alternativos, y la pesca en el puerto de Sisal, comisaría del mismo municipio, ha absorbido gran cantidad de ellos a tal punto que su número rebasa a los nativos del puerto.

     La producción agrícola ha buscado alternativas en otros productos vegetales como los cítricos y la producción de diversas frutas y hortalizas. La producción del maíz continúa en pequeña escala y para el autoconsumo, acompañada de sus legendarias ceremonias como la del Chaa Chac.

     Hunucmá también se distingue en el occidente por tener una industria artesanal productora de zapatos principalmente, sin embargo, por diversos motivos, entre los que destacan la furiosa competencia en el mercado y la carencia de capitales, cada vez es menos la gente que ve en la producción artesanal una alternativa de empleo. El empleo por cuenta propia es central en la villa, encontramos en ella carpinteros, herreros, plomeros, electricistas, etcétera.9

     La existencia de tiendas de abarrotes, farmacias, tlapalerías y otros servicios da lugar a que una parte importante del empleo se genere con ellos. De igual manera es importante el número de personas que acuden diariamente a la ciudad de Mérida en la que se emplean preferentemente en el sector servicios.

     Hunucmá también cuenta con servicios tales como agua potable, electricidad, correos, hospitales y educativos en los niveles de preescolar, primaria y secundaria. Con respecto a la religión se tiene que más del 95% de la población es católica, con pequeños grupos de protestantes cuya presencia es mínima en el municipio.

     Hunucmá es cabecera parroquial, comprende los municipios de Hunucmá y Tetiz por lo que su organización religiosa revela pautas similares. Las principales festividades religiosas que tiene lugar en la villa, además de las que se realizan dentro del calendario litúrgico son: la Fiesta Patronal10 y Corpus Christi11. La primera tiene lugar en algún momento en los meses de enero y febrero mientras que la segunda ocurre en junio. Ligados a la propia estructura religiosa de la parroquia, otros acontecimientos religiosos tienen lugar en Hunucmá, entre ellos se tiene el inicio y el retorno de la peregrinación del Cristo o Señor de Sisal cuya imagen peregrina de la villa de Hunucmá al Puerto de Sisal cada año, pues a pesar de ser patrono del Puerto la imagen se encuentra en la cabecera municipal12.

     Son además numerosas las actividades de beneficio social, de recreación y religiosas que realiza la parroquia. Bajo su administración se encuentra un asilo de ancianos; ha organizado grupos de jóvenes catequistas y cuenta con un reconocido coro que interpreta modernas canciones de alabanza: la Legión de María organiza de tiempo en tiempo actividades diversas de recreación con el fin de obtener fondos para mejoras a la parroquia. Puede decirse por lo tanto que la actividad religiosa dentro de la parroquia es constante durante todo el año.


Interior de la iglesia de Hunucmá, Yucatán
Interior de la iglesia de Hunucmá, Yucatán
Fotografía de Edward Montañez.

 

 

Tetiz

Tetiz se encuentra ubicado a aproximadamente 37kms. En dirección noroeste de la ciudad de Mérida, capital del Estado de Yucatán. Limita con el municipio de Kinchil al sur, al este con Samahil y al oeste con Celestún, teniendo una superficie de 180 kilómetros cuadrados 13. Su etimología quiere decir lugar donde crece el tis, batata o camote14.

     Para el caso de la cabecera municipal de Tetiz, llamada también Tetiz se tienen la siguiente información estadística: población total 2 887, población ocupada 773; distribución de la población ocupada por sectores productivos: sector primario 532 (69%), sector secundario 95 (12%) y en el sector terciario 121 (16%).15

     Como puede apreciarse por las cifras anotadas en el párrafo de arriba se da una importante concentración y dependencia de la población de Tetiz hacia el sector primario, cosa que según Baños16 , es actualmente una situación de excepción en la región henequenera. Destaca aún hoy día la producción de henequén en la que todavía están envueltos los trabajadores agrícolas de este pueblo que necesariamente tienen que complementar sus ingresos con actividades productivas adicionales.

     El panorama ocupacional de esta población se ha ampliado a raíz de la introducción de grandes granjas avícolas, productoras de huevo principalmente. A pesar de que las granjas avícolas no se ubican en la cabecera municipal sino en la comunidad de Nohuayum, la gran parte de los trabajadores habitan en ella trasladándose cotidianamente a su centro de trabajo y permaneciendo durante largas jornadas en él.

     La búsqueda de alternativas económicas ha conducido a la creación de unidades citrícolas con apoyos económicos del Gobierno del Estado; más recientemente se han creado talleres artesanales que contribuyen a ampliar el reducido mercado de trabajo de la cabecera municipal, en particular estos talleres han ocupado a la población joven reduciendo con esto, al menos momentáneamente, la migración hacia la ciudad de Mérida. En los talleres artesanales el trabajo es la decoración, con diversos motivos, de alcancías, marcos y sillas. Este panorama ocupacional fue resumido por un habitante de Tetiz en los siguientes términos, "Tetiz se mantiene de tres cosas, el henequén, las granjas (avícolas) y las naranjas". La milpa está también presente sobre todo en estos momentos de debacle de la zona henequenera. La pesca constituye de igual forma otra alternativa de ocupación. La infraestructura productiva y de servicios de Tetiz es bastante pobre, a pesar de ello cuanta con algunas tiendas, un mercado y una clínica de la SSA; en educación tiene escuelas de preescolar, primaria y secundaria; cuenta con servicio de telefonía pública, agua potable y electricidad.

     Los teticeños se encuentran bien comunicados con la capital y otros municipios del Estado a través de autobuses taxis colectivos. Sin embargo, muchas de las necesidades tienen que ser satisfechas en Hunucmá, el más importante de los municipios de la zona.

     En cuanto a la religión se tiene que más del 95% de la población se declara católica y se registra la presencia de grupos religiosos alternativos. Tetiz es también considerado uno de los santuarios Marianos del Estado de Yucatán, junto con Izamal, San Cristóbal, Itzimná, Peto y Valladolid. Por ello, no sólo es centro de peregrinación sino también lugar de salida de peregrinaciones ya que al igual que los romeros la virgen peregrina.

     Las actividades religiosas más importantes y específicas de Tetiz son: la celebración del mes mariano (mayo) y la celebración de la fiesta patronal que tiene lugar durante los meses de julio y agosto de cada año. Otros acontecimientos religiosos que tienen lugar en la población son las visitas de determinadas imágenes como la del señor de Kinchil.

     Así, en términos generales, las diferencias registradas en la villa de Hunucmá y el pueblo de Tetiz varían en términos de la estructura del empleo pero en cuanto a las condiciones sociales y culturales puede afirmarse que esta se da más en función de tamaño que de clase. Las similitudes encontradas entre los dos pueblos se deben, entre otras causas, a su común participación en el mismo proceso histórico.

 

Definiciones Básicas

Partimos de una concepción de religión popular entendida como:

... los conjuntos de prácticas y creencias que se encuentran en una relación de oposición, subordinación o indiferencia ante las posiciones oficiales de la iglesia-institución, es decir, de la ortodoxia de los rituales y las creencias que la iglesia mantiene como elementos centrales de su ejercicio eclesial. En este sentido, la religión popular es un concepto abarcativo que reúne un gran número de fenómenos religiosos que acontecen fuera de la iglesia-institución, por lo que es necesario siempre, especificar las modalidades y ámbitos en los que cada investigación dentro de este temática se mueven17.

     Centrales para la expresión de la religiosidad popular son algunas de las prácticas que realizan determinados sectores de la población yucateca católica en espacios y momentos específicos. Es pertinente por lo tanto, determinar los elementos básicos que los definen y que son materia de este trabajo.

 

Santuario

La salida de la imagen del templo se celebra con la quema de voladores,bandas de música y recortes de papeles de colores que se arrojan desde lo alto de la iglesia a manera de confeti
La salida de la imagen del templo se celebra con la quema de voladores,
bandas de música y recortes de papeles de colores que se
arrojan desde lo alto de la iglesia a manera de confeti

La idea de santuario está presente en Mesoamérica desde hace ya bastantes años, se habla de santuarios prehispánicos, de centros de peregrinación, de lugares sagrados, etcétera.18La introducción del catolicismo en las nuevas tierras generó, entre otras cosas, la creación de santuarios como parte del fomento de una religiosidad católica dentro de la población indígena.19

     Reconocer un lugar como santuario significaba no únicamente la continuación en nuevas tierras de una práctica común en las viejas tierras, sino el reconocimiento de un conjunto de creencias que proveían de la población colonizada. El reconocimiento de los santuarios pasa obviamente por un proceso en el que oficialmente se le otorga a determinados sitios esta categoría, pero también ocurre que la práctica religiosa, en particular la peregrinación, crea santuarios. Así, "Los santuarios son: 1) lugares, 2) que contienen una imagen o reliquia, 3) que es objeto de devoción para la gente. Se añade un elemento más: 4) son metas de peregrinación".20

     Estos elementos centrales apuntan determinados aspectos que es preciso examinar. En principio la "idea de lugar", el santuario es desde la perspectiva de Christian un espacio físico fijo, es decir, supone una relación estrecha entre lugar e imagen o reliquia , donde justamente la relación establece las posibilidades de constitución del santuario. Por lo tanto, fenómenos como apariciones21 y milagros22 son centrales para la creación de los santuarios.

     La imágenes o reliquias tienen que manifestar de igual forma algún elemento que los haga particulares dentro del conjunto de santos o patronos, no se trata de la reconstrucción de sus historias reales que en vida tuvieron los santos o vírgenes, sino en las posibilidades de haber construido una historia particular de la que los devotos se nutren en principio para establecer una veneración cercana, sin embargo, posteriormente son necesarios los milagros como elementos fundamentales para mantener la devoción. Así, se conjugan una historia particular con una trayectoria milagrera que acompaña a la imagen.

     La misma trayectoria de milagros atribuida al lugar y a la imagen, provoca en los creyentes la peregrinación. Se constituye entonces un centro de peregrinación al que los romeros acuden a lo largo del año en busca de establecer la relación promesa/milagro.

     Un elemento importante en la determinación de los santuarios es que se establecen independientemente del reconocimiento de las autoridades eclesiásticas. La constitución del santuario entonces, obedece a las creencias populares, la mayor parte de las veces transclasista y transétnica, y en muchos casos se hace un reconocimiento oficial posterior como parte de la búsqueda del control religioso de una población.

     La calidad de los santuarios no es igual en varios aspectos, y de éstos no interesa destacar uno en particular, el alcance de los mismos. Así, existen santuarios locales, regionales, nacionales e internacionales; numerosos factores intervienen para determinar la extensión territorial que determina el alcance del santuario, entre ellos, la difusión oficial y no oficial de determinados aspectos (milagros o hechos asombrosos), la ubicación de la localidad, la posición de la localidad dentro de la región, la densidad poblacional del lugar y por supuesto la trayectoria milagrera de la imagen.

     Desde nuestro punto de vista las relaciones entre el santuario y el lugar no son centrales en la delimitación de los mismos, concebimos al santuario como un espacio físico delimitación por la presencia de la imagen, presencia que se vincula con el espacio físico en la medida en que se encuentra en él y que lo transforma, por lo tanto el vínculo lugar-imagen debe ser visto desde una perspectiva dinámica producto de las relaciones particulares que establecen las poblaciones de creyentes con sus imágenes.

     Dando prioridad a las imágenes en la constitución de los santuarios podemos explicar, al menos para ciertos casos, la movilidad de las mismas. Planteamos por lo tanto la existencia de dos tipos de santuarios que hemos denominado tentativamente santuario localizado y santuario ampliado. En el primer caso hacemos referencia a la relación original de la imagen con un lugar que la tradición señala como aquel que la guarda por más tiempo a lo largo del año y la cobija, además, en sus habitantes reside su responsabilidad, su cuidado y en general el control de la misma.

     Por santuario ampliado entendemos aquellos lugares en donde momentáneamente se encuentra la imagen después de haber peregrinado. El lugar que a través de su presencia adquiere el carácter de santuario, sus habitantes asumen las responsabilidades contraídas por los pobladores del santuario localizado y se convierte de igual forma en centro de peregrinación.


Algunos vecinos ofrecen bebidas y alimentos a los Cargadores como un reconocimiento a su trabajo o como una promesa a la virgen.
Algunos vecinos ofrecen bebidas y alimentos
a los Cargadores como un reconocimiento
a su trabajo o como una promesa a la virgen.
Fotografía de Edward Montañez.

 

Peregrinación-Procesión/Procesión-Peregrinación

La caracterización de las peregrinaciones en América Latina no ha sido objeto de un análisis sistemático a pesar de ser una manifestación religiosa de importante magnitud en esta área geográfica.

23 Sin embargo, dentro de los pocos trabajos que la han abordado se encuentra el de Turner y Turner24 , en cuya investigación se vierten algunas de las formulaciones centrales que habremos de considerar en la conceptualización de este fenómeno religioso.

     Turner y Turner25 inician la discusión de las peregrinaciones estableciendo que pueden ser concebidas como rituales de paso, como ritos de iniciación, es el momento de liminalidad en ellos. La liminalidad supone también la creación de un espacio social en el que los que atraviesan esta etapa del rito de iniciación se ubican, se trata de un espacio carente de diferenciación denominado communitas, por tanto, los peregrinos no manifiestan diferencias de categoría durante el transcurso de las mismas. A diferencia de las religiones tribales es una manifestación voluntaria, donde la unidad moral es el individuo que busca la salvación o el alivio por los pecados cometidos. En oposición, en las religiones tribales la unidad moral es el grupo social o categoría, y la meta es alcanzar una nueva categoría social o status.

     De igual forma se puede hacer un símil, dicen Turner y Turner,26 con llamados rituales de aflicción pues significan mecanismos a través de los que se logra una cura. De nueva cuenta los autores insten en que se trata de una acción individual a pesar de que las jornadas de peregrinación se realicen en comunidad debido a la situación de salud que guarda un familiar, por ejemplo. La formación de grupos de peregrinos ha sido una práctica que tiende a presentarse de manera más frecuente, pero ello no elimina el carácter individual de la participación.

     La propuesta inicial de concebirlo como ritual de iniciación produce un resultado distinto del que se obtiene de ellos en las religiones tribales, más que una elevación de status lo que se obtiene es una participación religiosa más profunda. La peregrinación también se concibe como una de las formas más adecuadas de establecer relaciones con el creador a través de las imágenes de los santos o de la virgen.

     Turner y Turner27 clasifican a las peregrinaciones como sigue: 1. peregrinaciones prototipo, se fundan en la ortodoxia de la fe, se ubican y se vinculan a sitios con larga tradición histórica; 2. peregrinaciones arcaicas, son las que manifiestan un tipo de sincretismo pues se presentan en sitios otrora receptores de peregrinaciones de religiones anteriores; 3. peregrinaciones medievales, se fundan durante la edad media en Europa y se nutren de las ideas teológicas y filosóficas de la época y 4. peregrinaciones modernas (postridentinas), de reciente creación y caracterizadas por la ferviente piedad personal de sus adherentes.

     La constitución o creación de las peregrinaciones se produce tanto cuando existe una trayectoria histórica como incluso cuando el propósito es el paseo, pues según los Turner "... un turista es mitad peregrino, si un peregrino es mitad turista.28

     Garma29siguiendo la propuesta de los Turner en cuanto al carácter liminal o de communitas presente en las peregrinaciones, manifiesta una importante distinción entre dos fenómenos que se observan muchas de las veces de manera simultánea, la peregrinación y la procesión. Desde su punto de vista cabe hacer la distinción entre ambas ya que mientras la peregrinación por su propio rasgo de communitas se presenta de manera "desordenada", no hay necesidad de mantener un orden porque todos tienen la misma posición dentro de ese tiempo y espacio concreto. En oposición, la procesión presenta un distinción pues supone un orden específico en el que los participantes deben "desfilar" frente a los otros, la excepción por tanta es marcada. Parecería ser, por tanto, que la communitas de la peregrinación es fundamentalmente existencial o espontánea mientras que la procesión cambiaría su tipo hacia una normativa.30

     Las peregrinaciones también han sido analizadas, según Shadow y Rodríguez, desde una perspectiva político-simbólica, aportaciones como la de Jiménez se ubican en ella;31en particular es pertinente para este trabajo la posición de este autor en cuanto que las peregrinaciones construyen y reafirman identidades sociales. En esta misma perspectiva se ubica el trabajo de Portal32 donde señala que el santo venerado en la fiesta patronal se convierte en el referente de la identidad colectiva; las peregrinaciones ligadas a la fiesta patronal contribuyen a esta construcción.

     Así, las peregrinaciones y en general las prácticas de la religión popular expresan en distintos sentidos y de varios grupos sociales identidades que se recrean y refuerzan a través de la participación en las peregrinación y fiestas patronales.



Las fiestas patronales inician con una peregrinación/procesión donde participan mujeres, hombres y niños
Las fiestas patronales inician con una peregrinación/procesión
donde participan mujeres, hombres y niños

 

Fiesta Patronal

La solemnidad religiosa y el acontecimiento lúdico son dos de los atributos más difundidos con los que se ha caracterizado a las fiestas religiosas. 33

     Roiz plantea la siguiente definición de la misma con un marcado carácter sociocultural. La fiesta es:

     Una serie de acciones y significados de un grupo, expresadas por medio de costumbres, tradiciones ritos y ceremonias, como parte no cotidiana de la interacción, especialmente a nivel interpersonal y cara a cara, caracterizadas por un alto nivel de participación e interrelaciones sociales, y en las que se transmiten significados de diverso tipo (históricos, políticos, sociales, valores cotidianos, religiosos, etc.), que le dan un carácter único y variado, y en los que la práctica alegre, festiva, de goce, diversión e incluso orgía, se entremezclan con la práctica religiosa e incluso mágica, cumpliendo determinadas finalidades culturales básicas para el grupo (cohesión, solidaridad, etc.), y con carácter extraordinario, realizado dentro de un período temporal, cada año por ejemplo.34

     Desde 1939 Caillois35estudió las fiestas, proponiendo una aproximación que proviene de la teoría y sociología francesa. Siguiendo la dicotomía sagrado/profano que Durkheim36 había establecido años atrás, sitúa la fiesta en el polo sagrado de la misma. Empero, a pesar de ubicarse dentro de ella es al mismo tiempo una transgresión puesto que con ella se altera la vida normal y los trabajos cotidianos, significa, por tanto, una ruptura de la vida cotidiana que transcurre a otro ritmo y cadencia.

     Caillois37 también señala que la fiesta marca los tiempos en los que se desenvuelve la vida social, pues concebida como tiempo sagrado es a la vez momento de relajamiento social y de desenfreno. Velasco38 apunta la existencia de dos tiempos, el tiempo laboral y tiempo festivo. Ambos se oponen por su propia naturaleza e involucran actividades distintas cotidianas y de excepción, seriedad y alegría, trabajo y descanso; son a la vez, ejes que marcan y pautan las actividades que se realizan en la sociedad.39

     Para Gil40 las fronteras entre la fiesta y el trabajo no conducen a un entendimiento global de la fiesta. Desde su punto de vista la fiesta remite a un tipo de trabajo distinto, Gil señala, por tanto que,

... la productividad, lejos de ser incompatible con el hedonismo festivo, no sólo es perfectamente compatible (como demuestra la pacífica coexistencia de ambos), sino que, además resulta potencialmente fomentada por ese estímulo. Fiesta y trabajo no se deniegan ni anulan sino que se complementan y amplifican recíprocamente, en común provecho y beneficio mutuo...

     Una de las características centrales de la fiesta es que ésta únicamente puede llevarse a cabo en comunidad, es social y pública. Una fiesta individual no existe, pues pierde una de sus características centrales, la de ser vehículo de la cohesión social.

     Las funciones latentes de la fiesta son dos: la reproductora del orden social y la reestructuradora del orden social. 42Es importante señalar también que los mecanismos empleados tanto para reestructurar como para reproducir el orden social pueden ser los mismos, en otras palabras, "Es la mimsma fiesta la que, a partir de la propia transgresión ritual del orden, puede tanto reproducir como reestructurar ese mismo orden".43

     Además de las funciones latentes de la fiesta es posible distinguir otro tipo de funciones, manifiestas tal vez, de la misma. Si bien Rodríguez44 las atribuye a la fiesta de Semana Santa en Iztapalapa, se considera pueden aplicarse a las fiestas en general, ellas son: la función económica, la función de integración social, la función simbólica o de identidad y la de prestigio.

     Las fiestas patronales aunque ancladas en un universo simbólico religioso mantienen las mismas funciones que pueden encontrarse para cualquier otro tipo de celebración. De hecho, dentro de la religión se generan organizaciones específicas cuyas actividades se orientan a la realización de los compromisos que las poblaciones adquieren con sus patronos.

     Las fiestas patronales también expresan y exaltan la cohesión y solidaridad social, pues no obstante la participación desigual, en ellas el propio trabajo dentro de la fiesta conlleva necesariamente a ambas formas, ya que ésta implica el desarrollo de actividades conjuntas en un mundo social que tiende en muchos casos a la independencia e individualidad.

     La tríada santuario-peregrinación/procesión-fiesta patronal tal como s presentada aquí quiere articular tres prácticas cuyo análisis si bien puede ser independiente, en conjunto revela una lógica que contribuye a reforzar determinadas manifestaciones y relaciones sociales, de ellas aquí destacaremos como se presentan las identidades sociales, cosa que como se ha visto con los autores revisados, es parte destacada del fenómeno religioso aquí tratado.


Durante las peregrinaciónes y las procesiones la imagen tiene que ser portada y cuidada por los Cargadores
Durante las peregrinaciónes y las procesiones
la imagen tiene que ser portada y cuidada por los Cargadores

 

La casuistica
Sobre el santuario de Tetiz y su imagen

El santuario de Tetiz se funda sobre la base de una imagen, la Virgen María en la advocación de la Asunción, cuya devoción fue promovida por las misma parroquia. A través de la parroquia se crea un culto específico dirigido hacia la imagen, pero posteriormente sus obras establecen y consolidan su posición dentro del mundo católico generando un santuario, el santuario de Tetiz.

     Así, desde el período colonial la virgen de Tetiz ha mostrado gran capacidad de respuesta ante graves problemas tanto de índole individual como colectivo, la continua capacidad de la imagen para responder a necesidades distintas de acuerdo con las demandas de épocas distantes siempre ha estado presente.

     La imagen del santuario de Tetiz está envuelta en una historia particular que es de muchos conocida, no únicamente por los historiadores de la iglesia en Yucatán como Crescencio Carrillo y Ancona, sino también por toda la comunidad y comunidades circunvecinas, como dicen algunos de los habitantes de Tetiz, "esta virgen tiene su historia".

     Desde su aparición cuyo relato se encuentra documentado en las páginas del Obispado de Yucatán escritas por el Obispo Crescencio Carrillo y Ancona45pueden encontrarse algunas de las características místicas y porque no, misteriosas que rodean a la imagen.46

     Cuenta la historia que en España una pobre peregrina apareció frente a Fray Francisco de San Buenaventura implorándole una limosna, y ante la primera indecisión del religioso ella se apresuró a señalar que en otra ocasión él podría contemplar el ruinoso estado de su choza y con ello conocería toda la historia. Ante la súplica el religioso dio a la menesterosa la única moneda que entonces tenía, un peso.

     Trasladado a Yucatán, Fray Francisco de San Buenaventura emprendió como uno de sus primeros actos la visita pastoral de la extensa grey, y saliéndose del itinerario propuesto se dirigió a Tetiz. En la población siguió a un pequeño grupo de peregrinos que se dirigía hacia un escuálido templo que funcionaba como iglesia en cuyo interior encontró una imagen de la Virgen María en la advocación de la Purísima Concepción, 47 al ver la imagen, se dio cuenta de que era la misma menesterosa que tiempo atrás había acudido a él por limosna, también encontró aquella moneda que él había dado en ocasión de su primer encuentro, comprendiendo que aquel lugar era la choza que la mendiga calificó de vivienda. Con ello fomentó su culto en todo el obispado y propuso edificar un santuario en la población de Tetiz.

     Las ocupaciones de Fray Francisco en la cabecera de la parroquia, no evitaban que visitara el santuario que el mismo mandó a edificar;


... iba semanalmente á caballo de la ciudad a la villa de Tetiz, y de aquí se dirigía á pié en la misma tarde del viernes á la aldea de Hunucmá, recorriendo las catorce Estaciones del Via-Crucis por las pocas millas que hay de camino, para lo cual había erigido un 'calvario', haciendo dividir el trayecto en catorce partes. Sembrando en las laderas otras cruces de madera, sobre sus correspondientes pedestales de piedra.48


     El trabajo eclesiástico llevado a cabo por Fray Francisco de Buenaventura está estrechamente relacionado con algunas de las principales características de las fiestas actuales de algunos lugares circunvecinos del santuario: las fiestas patronales inician con una peregrinación/procesión, que involucra por igual a los romeros y a la imagen de la virgen, pues ésta es trasladada del santuario al lugar donde tendrá lugar la fiesta.

     Hunucmá fue la primera población en recibir las visitas de la imagen pero la práctica de las mismas se ha extendido a otras localidades del propio municipio como es el caso de Sisal durante la Semana Santa y a otros municipios fuera de la parroquia.

     Así, durante todo el año, pero en especial en las celebraciones de mayo y del verano con motivo de la fiesta patronal la imagen recibe peregrinos, por lo que el santuario se circunscribe a la población, es por lo tanto un santuario localizado. No obstante, la imagen reproduce las prácticas de sus peregrinos, y es ella misma peregrina, o como se dice en la región es "paseadora". La imagen es trasladada a distintas localidades para ser venerada, ya sea en calidad de patrona de la población (Hunucmá), como acompañante de la fiesta de otro patrono (Samahil), o bien, simplemente como visitante para ocasiones especiales (Sisal y Celestún). Estas visitas de la imagen a diferente lugares generan un tipo de santuario que rebasa los límites de la localidad, creando de esta manera, un santuario ampliado.

     La virgen de Tetiz es la imagen más solicitada por las poblaciones del noroccidente del Estado, empero, no es la única imagen que realiza visitas a otras poblaciones, pues el Cristo Negro de Sisal y la virgen de la Asunción de San Antonio Chel entre otras, hacen lo propio con menor frecuencia.

     Las demandas de la población católica, coinciden en este punto con las de la parroquia que aprovecha los "paseos" de la imagen para allegarse fondos. Los fondos provienen tanto de las limosnas dada a la imagen, como del uso comercial de la misma, pues al término de las multitudinarias peregrinaciones es común que se aproveche la presencia de los romeros para la organización de kermesses a beneficio de la iglesia. El caso más elocuente de esta situación ocurre durante la fiesta patronal de Hunucmá, cuando la parroquia recibe beneficios económicos directos de los "fiesteros" o comerciantes de la fiesta.49

     Como santuario localizado y ampliado, el santuario de la Virgen de Tetiz crea una región cuyos límites se establecen a partir de las prácticas de peregrinación pero con un núcleo central dado por las peregrinaciones que la imagen hace. Así, el santuario en ambas acepciones tiene la capacidad de aglutinar regionalmente importantes contingentes de población, de generar prácticas específicas de catolicismo popular que cimentan las bases de identidades sociales que rebasan el ámbito del santuario, organizando simbólicamente un espacio social más allá de la parroquia y de la iglesia como institución.



La peregrinación se realiza a pie, los nueve kilómetros que separan a Tetiz de Hunucmá
La peregrinación se realiza a pie, los nueve kilómetros
que separan a Tetiz de Hunucmá

 

Peregrinación/procesión. Entre Tetiz y Hunucmá.

El puente que tiende la conexión entre el santuario de Tetiz y la fiesta patronal de Hunucmá lo constituyen las peregrinaciones que cada año se realizan con motivo de la fiesta patronal de esta última localidad.

    La primera peregrinación tiene lugar durante un domingo de enero, la finalidad de esta práctica es ir a buscar a la imagen de la Virgen de la Asunción a su santuario en Tetiz. Su presencia en la fiesta patronal es fundamental, pues ella a pesar de no residir en la población es considerada la patrona de Hunucmá.50 A pesar de que la participación en la peregrinación es un acto definitivamente religioso no es su único propósito, pues como la propia gente afirma, tomar parte en esta actividad es de igual forma pasear.

    La principal peregrinación regional que se realiza durante el año es la que inicia la fiesta patronal de Hunucmá. Es la más importante tanto por su antigüedad como por el número de participantes que cada año acuden a ella. Para el inicio de la peregrinación los romeros acuden de manera individual o en grupos constituidos a la cabecera municipal de Tetiz, santuario localizado, muy temprano por la mañana. Antes de que la peregrinación comience, el párroco oficia una misa a las 6 A.M., después de la cual los Cargadores51 o custodios de la imagen de Tetiz entregarán a la virgen a los Cargadores o custodios de las imágenes de Hunucmá, a partir de este momento la responsabilidad de la virgen queda en manos de los representantes (Cargadores) de Hunucmá constituyendo con ello uno de los límites del santuario ampliado.

    La salida de la imagen del templo se celebra con la quema de voladores e "hiladas", bandas de música y recortes de papeles de colores que se arrojan desde lo alto de la iglesia a manera de confeti, marcando un momento especial en la vida religiosa de la comunidad y recreando los lazos de amistad y unión entre las poblaciones de Tetiz y Hunucmá. Por lo general las peregrinaciones realizadas en este trayecto son similares, no obstante, se presentan ciertos acontecimientos que le dan particularidades importantes a éstas cada año, uno de éstos lo constituyó la contratación de dos avionetas con el fin de que sobrevolando Hunucmá, arrojaran flores al paso de la imagen. Muchas de las variaciones que se producen durante el transcurso de este fenómeno se deben en gran medida, al cumplimiento de determinadas promesas por favores recibidos de la imagen y a la capacidad económica de los devotos que actúan en consecuencia por los favores recibidos.

    En Tetiz la peregrinación inicia como procesión, es decir, de manera ordenada, dando y jerarquizando la posición de cada uno de los participantes en especial de aquellos que lo hacen como grupos formales. Posteriormente, una vez que se ha abandonado Tetiz, la procesión se transforma en peregrinación pues no existe control sobre los devotos que permita mantener el orden establecido de la procesión ni una actitud por parte de los participantes de asumirlo durante la peregrinación.

    De los participantes qu4 asistieron en 1995 a la peregrinación/procesión pueden distinguirse algunos grupos. En principio debe señalarse una distinción entre los participantes de Tetiz y Hunucmá de aquellos que de otros lugares vienen para tomar parte en ella y, segundo de las posibilidades que los devotos tienen de participar en la peregrinación/procesión de manera protagónica a través de su pertenencia a alguna corporación de carácter religioso.

    Con respecto a la primera distinción tenemos que en general se trata de peregrinos que con sus familias asisten para tomar parte del multicitado fenómeno religioso, es frecuente encontrar a estos devotos año con año en él. En algunos casos éstos mantienen estrechas relaciones con habitantes de ambas localidades pero su participación se encuentra en cierta medida limitada pues no tienen un papel protagónico dentro de ella.

    Aquellos habitantes que toman parte de manera individual dentro de la peregrinación/procesión pero que pertenecen a las localidades periféricas o alejadas de las comunidades eje (Tetiz y Hunucmá), mantienen una posición similar a la anterior a pesar de que sean conocidos y de que mantengan lazos de amistad con los protagonistas principales de la peregrinación/procesión. Tanto en el primer caso como en éste que nos ocupa, destaca la idea de sacrificio, sacrificio que no únicamente se expresa en caminar los nueve kilómetros que separan a Tetiz de Hunucmá sino que involucra de igual manera a la familia y en muchos casos la hace más pesada para ella o él; nos referimos precisamente a aquellas mujeres que tienen que llevar a cuestas al niño o a la niña durante el recorrido, y también a los pequeños infantes de cuatro o cinco años que hacen el recorrido caminando con sus familias y, por que no, a los ancianos y ancianas que se esfuerzan en participar representando esto un reto a su salud. No obstante este sacrificio parece ser mínimo ante la esperanza de los milagros, de curación y salud sobre todo, producidos por la imagen.

    La participación de las corporaciones de tipo religioso es en general producto de los grupos de Hunucmá. En 1995 esta participación fue bastante interesante pues aparecieron grupos que no tienen vínculos con la fiesta patronal. Estos fueron los grupos de Antorchistas Guadalupanos de Hunucmá, y un grupo de jóvenes ataviados como concheros. Los grupos tradicionalmente vinculados a la peregrinación/procesión y a la fiesta lo constituyeron algunos gremios52 y la siempre necesaria participación de los Cargadores, debida esta última fundamentalmente a la finalidad de su constitución, la custodia de las imágenes. Este mismo año presentó también dos variantes significativas, por un lado el nuevo párroco participó, caminando durante toda la peregrinación/procesión y la imagen fue protegida con una cubierta transparente de silicón.

    El párroco luchó todo el trayecto, sin conseguirlo, para transformar la peregrinación en una procesión. Sus numerosas intervenciones a través de un altavoz pidiendo orden fueron tranquilamente desoídas por los participantes, incluso por aquellos que tomaban parte a través de los grupos corporados. De igual forma tuvo escaso eco la conducción de rezos y canto a lo largo de la peregrinación/procesión. Sin embargo, la cubierta transparente de silicón dentro de la que se hallaba la imagen causó cierto azoro e indignación a los peregrinos y romeros acostumbrados a acompañar sus peticiones con caricias a los pies, a la ropa, o a la parte de la imagen posible de alcanzar, o bien, el ir untando ramas de ciertas plantas, especialmente "ruda", con el objeto de posteriormente llevarlo a la persona o personas, que por algún poderoso motivo no hayan podido asistir, y así de esta manera por "contagio" llevar los beneficios que, se piensa, la imagen aporta a los peregrinos que la acompañan en su recorrido.

    La peregrinación/procesión como habíamos señalado significa también paseo, por lo que el consumo de bebidas y antojitos es frecuente. A lo largo de la carretera, y en muchos casos siguiendo a los romeros, se alinean venteros de los más diversos productos, refrescos embotellados, tamales "polcanes",53 empanadas, "granizados", 54 paletas, frutas de la estación, etcétera. Estos son algunos de los productos que se ofertan a los peregrinos.

    A pesar de la corta distancia, pero debido al gran peso del baldoquín, los Cargadores se alternan en su trabajo al mismo tiempo que realizan una primera parada a la mitad del camino. Esta parada sirve para descansar, hacer un "tentempié" y cortar su sed. Son aproximadamente las nueve de la mañana cuando la peregrinación/procesión alcanza este punto. Después de un momento de descanso y de reponer fuerzas los Cargadores reasumen su tarea y continúan su importante labor del día. Aproximadamente a las once de la mañana cuando la peregrinación/procesión llega a Hunucmá, numerosas personas la esperan en el cabo del pueblo para ver entrar a la imagen. Llegados a este punto los Cargadores introducen la imagen en la capilla que se encuentra justamente al inicio de la carretera que enlaza con Tetiz. Numerosos asistentes participan de este acta para después acompañar a la virgen por algunas calles del pueblo. Después de la visita a la capilla con sus rezos y oraciones, se pierde el estado de communitas que prevaleció de cabo a cabo, la peregrinación se convierte en procesión, se establece con ello un orden específico con el que los protagonistas principales, la imagen y los grupos corporados llegarán al templo parroquial.

    Los habitantes de los predios frente a los cuales pasará la ahora procesión han adornado tanto el frente de sus hogares como la calle misma. Hojas de palma de huano, algunas veces tejidas, y diversas figuras elaboradas con popotes son los adornos dominantes, pero tampoco faltan globos, papeles de colores, macetas con plantas de ornato y a manera de salutación imágenes de otros santos ya sean de bulto o en cuadros. De igual manera algunos vecinos ofrecen bebidas y alimentos a los Cargadores como una forma de reconocimiento por su trabajo, pero también como una promesa a la virgen. De hecho los cargadores ya saben quiénes, cada año, ofrecen estos alimentos por lo que una vez entrada a la población la procesión tendrá que realizar varias escalas.

    El orden establecido en la peregrinación-procesión de 1995 y con el que llegó al templo fue el siguiente: encabezaba un grupo de mariachis interpretando canciones diversas alusivas todas ellas a la condición de madre de la Virgen; seguidamente venía la imagen de la Virgen de Tetiz y a ella le seguía el carro de sonido que alternadamente con el mariachi reproducía cintas de grabación producto del coro de la iglesia de Hunucmá; detrás del carro de sonido se encontraban los gremios y sus representantes, todas ellas señoritas, portaban el vestido de gala tradicional de la mujer mestiza, el terno, y enarbolaban también los estandartes y los pabellones de sus gremios. Seguían a éstos los músicos charangueros acompañantes de las procesiones de los gremios durante la fiesta patronal, el grupo de antorchistas, los concheros y los deportistas, y concluía la procesión con el mar de devotos de la virgen de la Asunción de Tetiz.

    Una vez que la procesión ha llegado al templo, lo que procede es la celebración de la misa aproximadamente a las 12 i.m. La que se llevó a cabo en el presente año (1995) fue concelebrada con el arzobispo de la diócesis de Yucatán. El atrio del templo y terrenos aledaños al mismo sirvieron para la celebración de la mencionada misa, debido a la numerosa concurrencia esperada, y que alcanzó la cifra aproximada de 7,000 personas. Los paralíticos, enfermos, ancianos y todos aquellos que se consideraba no podían soportar la jornada ritual bajo el ardiente sol tropical del medio día, les fue otorgado un lugar privilegiado junto a la imagen y muy cerca de os oficiantes como un reconocimiento a su incapacidad y a su esfuerzo por estar al pie de tan devocionada imagen.

    Al mismo tiempo y al término de la misa, el atrio de la iglesia sirve para la realización de una kermesse, que coordinada por asociaciones de feligreses destina los beneficios económicos, producto de la venta de refrescos, cervezas y antojitos, a mejoras materiales de la parroquia en su conjunto. La kermesse incluye de igual manera un conjunto musical que ameniza la estancia de los romeros y feligresía en general. En los devotos que toman parte de estas actividades también se reflejan las distinciones sociales y económicas del conjunto de participantes. El fin de la peregrinación/procesión es así mismo el inicio de la fiesta patronal, se termina una actividad únicamente para abrir paso otra más, continuando el ciclo festivo de enero y febrero en Hunucmá y Tetiz.


Varones devotos participando en la peregrinación/procesión.
Varones devotos participando en la peregrinación/procesión.

 

Santuario-peregrinación/procesión-fiesta patronal
Identidades sociales

Para el caso que nos ocupa, el puente obligado entre el santuario y la fiesta patronal está dado por la peregrinación/procesión, la participación en ésta sintetiza desde nuestro punto de vista las expresiones del conjunto de identidades sociales presentes en el espacio social del santuario y de la fiesta y dentro de una identidad social más amplia dada por la religión.

    La identidad religiosa es, en primer lugar, central en la tríada aquí trabajada santuario-procesión/procesión-fiesta patronal. Se trata de una expresión religiosa particular que si bien concuerda en determinados aspectos con la ortodoxia de la iglesia, mantiene independencia relativa en cuanto a algunas de sus creencias y prácticas. Se trata también de una comunidad religiosa en palabras de Anderson,55 es decir, imaginada, puesto que a pesar de la imposibilidad de un conocimiento profundo de los participantes se tiene la idea de que se pertenece a una congregación de que existe una unidad en torno a un conjunto de creencias.

    La participación corporada en la procesión se da especialmente con la presencia de dos grupos: el de los Cargadores y los gremios. Menos conocido dentro de la organización de la estructura festiva de las fiestas patronales de Yucatán, es el grupo denominado Cargadores. Aparentemente su localización se restringe al poniente del estado de Yucatán, puede encontrarse organizaciones de este tipo en los municipios de Hunucmá, Tetiz, Kinchil, Samahil y Celestún, todos ellos en el área ya mencionada.

    El grupo Cargadores se compone de devotos de la imagen que guardan una especial relación con ella, en muchos de los casos se trata de gente que ha recibido algo que es concebido como milagro, y como agradecimiento por ese milagro inicia su participación dentro del grupo para cumplir la promesa que se hace a cambio del bien recibido. La tarea de los Cargadores es fundamentalmente la custodia de las imágenes durante el tiempo de la fiesta. La custodia de las mismas implica tanto su cuidado físico como el cuidado de sus pertenencias. En términos generales puede señalarse que, al menos durante las peregrinaciones y las procesiones, las imágenes tiene que ser portadas y cuidadas por los Cargadores.

    Los cargadores expresan su identidad social en dos sentidos: en primera instancia establecen una clara conexión de compromiso religioso con la imagen y con la población en general, son ellos los que tiene que responder a la comunidad por cualquier suceso que afecte a la imagen, adquieren por lo tanto una posición privilegiada dentro de la comunidad religiosa reconociéndose entre ellos mismos por su compromiso y obteniendo el reconocimiento de la parroquia y de la comunidad en general por su compromiso con la imagen, se expresa pues una identidad religiosa anclada en su organización y en su finalidad. De igual forma significan en el contexto de la peregrinación/procesión el control que adquiere la comunidad, en este caso Hunucmá, sobre el bien que es objeto de devoción, por lo que representa a la comunidad misma en sus relaciones particulares con la imagen. Se trata entonces de un tipo de identidad que distingue la pertenencia particular a una población marcando con ello sus límites con respecto a Tetiz, pudiera llamarse por tanto identidad local.


Aspecto de la peregrinación/procesión de la virgen de Tetiz que se celebra en el mes de enero.
Fotografía de Edward Montañez.

    De las organizaciones que participan en las fiestas patronales yucatecas los gremios son, a diferencia del grupo de Cargadores. Las más conocidas; de hecho toda fiesta patronal cuenta necesariamente con gremios y en muchos casos más allá de las fiestas patronales,56 los gremios también están presentes. El término gremio dentro del campo religioso de Yucatán refiere a las organizaciones encargadas de la realización de buena parte de las actividades dentro del espacio sagrado de las fiestas. Las tareas de los gremios se dirigen fundamentalmente a la celebración de ciertos acontecimientos religiosos que se relacionan directamente con el pueblo, con la liturgia católica o con festividades similares en otros lugares. La función primordial de los gremios entra en competencia con la organización de lo sagrado fuera de lo institucional, pues su tarea básicamente consiste en organizar las actividades de devoción y honra dirigidas a la imagen de la fiesta, es decir, participan en el encauzamiento de las expresiones religiosas del pueblo. La participación en la organización gremial es voluntaria, pero como actividad religiosa no es promovida por la parroquia.

    Un primer tipo de identidad social que se manifiesta en la participación de los gremios es la que aquí se ha denominado identidad local. Esta identidad hace referencia fundamentalmente a la territorialidad, al espacio físico en el que los actores sociales se desenvuelven. Se manifiesta en la peregrinación/procesión a través de la presencia del nombre del lugar en los estandartes, es decir, el pueblo de Hunucmá está presente en este caso. La identidad local se sirve de numerosos medios para manifestarse, en cada uno de ellos la referencia necesaria es el nombre de la localidad, así, no se trata de gremio de filarmónicos en abstracto sino del gremio de filarmónicos de Hunucmá, su presencia, como la de cualquier otro gremio, fuera de la localidad, es la localidad misma condensada a través de este tipo de asociaciones. Así, la identidad local es una identidad que opera a partir del contraste con otras localidades, es un identidad amarrada en el contraste intersocial pretende distinguirse de las otras localidades o poblaciones.

    Un segundo nivel de identidad es el que se relaciona con la ocupación. La identidad ocupacional se expresa, como se ha visto, a través de los pabellones, de los estandartes, de la presencia en ellos de determinados objetos bordados que tienen que ver con la ocupación tales como las matas de maíz (gremio de agricultores), las escopetas (gremio de cazadores), etcétera. Este tipo de identidad se asienta sobre la base del contacto intrasocial de los grupos en función de la relación que cada uno de ellos tiene para con la imagen.

    Un tercer tipo de identidad es el que pudiéramos llamar identidad nacional. Este resalta la presencia de determinados factores que han sido apropiados de contextos simbólicos fuera de la localidad e incluso de la región y que operan vinculados a un sentimiento de nacionalidad. La presencia de un elemento al menos, apunta en esa dirección y tiene que ver con los colores de los pabellones que reproducen los colores y la disposición de éstos en la bandera nacional. De esta manera los gremios expresan una relación con una territorialidad que rebasa con mucho la esfera local.

    El último tipo de identidad que interesa destacar aquí y que está fuertemente envuelto a lo largo de los fenómenos presentados, es la constitución y continuación de una identidad étnica maya mestiza. Esta se expresa en ciertos rasgos diacríticos, tales como el vestido, el baile, la lengua, la comida, etcétera. Se trata de una identidad étnica que se construye también, aunque no en todos los casos, en la cotidianidad,57y obviamente en el reconocimiento explícito del lugar de la fiesta dentro del panorama de la vida del pueblo y su participación dentro de ella como acontecimiento público.58

    La tríada santuario-peregrinación/procesión-fiesta patronal como rituales, actualiza la identidad étnica de la comunidad, pero también de la región, al integrar a numerosas personas que provienen de otros lugares y comparten prácticas culturales similares. Otras expresiones de identidades sociales se perfilan en esta fiesta pero su consideración representaría un mayor espacio y tiempo para su análisis, entre ellas se destacan la ya mencionada presencia de un grupo concheros que ataviados de vestimentas aztecas participaron en la peregrinación/procesión y por supuesto del empleo cada vez más frecuente de mariachis y su música como elementos musicales centrales en las festividades religiosas, ¿se trata acaso de la emergencia de vínculos más estrechos entre las identidades locales y la identidad nacional expresada religiosamente en estos términos?, por el momento carecemos de una respuesta a esta situación, su aparición puede ser pasajera, pero de ellos podremos hablar posteriormente, después de otras peregrinaciones y otras fiestas.



Profesores investigadores de la Facultad de Ciencias Antropológicas de la Universidad Autónoma de YucatánRegresar

 

Bibliografía




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