La lengua
La primera reflexión que quiero hacer es sobre el papel que juega
la lengua en los fenómenos de producción y transmisión
cultural así como su importancia como uno de los rasgos identitarios
de un individuo, de un grupo o de una nación.
Empezaré entonces con la idea de que la
lengua no es solamente un sistema de signos útiles para la comunicación,
sino que también constituye una red donde están preservadas
las formas más entrañables de vida y pensamiento de cada
individuo, de cada comunidad y de cada cultura. Asimismo, siguiendo una
concepción socio-política, habría que pensar en la
función principal de la lengua para la creación de una conciencia
nacional, pues sin una lengua propia es difícil concebir el desarrollo
de una identidad de nación, de estado o de grupo. El idioma es
el componente esencial de la cultura nacional y un medio para su desarrollo,
por lo que entonces todo idioma constituye un fenómeno único,
resultado de la creación genial de un pueblo. Ante tales circunstancias,
la lengua podría tener dos interpretaciones:
1.- La lengua, como uno más de los rasgos
de identidad cultural, con una función particular de transmisora
del resto de aspectos definitorios de dicha cultura; o bien,
2.- La lengua como señal identificadora
de pertenencia a una cultura, como su rasgo más sobresaliente e
importante, su misma quintaesencia.
Lengua y cultura
En cualquier caso, no podemos nunca desvincular los hechos lingüísticos de los fenómenos generales de la cultura o culturas a las que sirven de vehículo. Asimismo, al igual que la relación establecida entre los pueblos de diferentes culturas produce determinados procesos en su configuración y definición, las lenguas de esos pueblos sufren similares efectos y consecuencias por el contacto establecido.
Por otro lado, la diversidad de las lenguas que hablan los humanos comporta dificultades de comunicación entre sus usuarios pertenecientes a diferentes culturas. Estos problemas son fundamentalmente de incomunicación por razones lingüísticas, que sin embargo pueden llevar fácilmente a situaciones de incomprensión en cuanto que se impiden los necesarios intercambios de información relacionados con el mundo simbólico que soporta los mecanismos intelectuales y conductuales de los seres humanos.
En la actualidad, verdadera era de la comunicación, el nivel de relación entre grupos culturales diferentes es cada vez mayor, y por tanto, existe una mayor necesidad de comunicación e intercomprensión. Sin embargo, se viene generando una problemática peculiar aplicable tanto a las culturas como a las lenguas. Por una parte, una actitud de posicionamiento autárquico y en exceso conservador por los usuarios de una lengua determinada, puede provocar, según algunos, su propio anquilosamiento, e incluso su subsiguiente extinción. Por otra parte, un uso permeable y excesivamente abierto a modificaciones introducidas por la utilización indiscriminada de préstamos, barbarismos, neologismos, etc. podría llegar, según otros, a una situación tal de desfiguración, que igualmente pudiera llevarla a su desaparición.
El estado de “salud” de una lengua, se convierte así en un indicador de especial significación sobre el estado de desarrollo y vigor de una determinada cultura y consiguientemente del grado de conciencia nacional de ese pueblo, por lo consiguiente una cultura nacional que pierde su lengua vehicular puede entrar en un proceso de difuminación de la propia identidad nacional.
La lengua maya
Es por todo lo anterior que pretendo señalar en este trabajo la importancia que para la península de Yucatán tiene la lengua maya, pues especialmente en este tiempo en el que estamos presenciando la ruptura de fronteras, tanto para las personas como para las comunicaciones, los mayas se tienen que adaptar a nuevas realidades ante esta dinámica acelerada de los procesos sociales que hoy nos toca vivir.
También hay que considerar que es a todas luces conocido que en la actualidad es muy difícil (si no es que imposible) que una lengua se mantenga “pura”, incólume, sin cambios. El paso del tiempo, el desarrollo propio de cada lengua aunado a ciertas situaciones extralingüísticas acaban por afectar a toda lengua.
Ahora vamos a dar un vistazo general de la situación actual del maya peninsular y mostraremos algunos de los puntos más notorios por los que uno puede mirar en primera instancia que la lengua está cambiando y cómo estos cambios están sirviendo como identitarios de zonas, regiones o pueblos que los propios hablantes señalan como distintivos por su manera de hablar. Veamos primero, de acuerdo con el Censo General de Población y Vivienda de 1990, su número de hablantes, para empezar a ver desde allá las primeras distinciones.
Los datos censales
De acuerdo con los datos obtenidos del Censo de 1990, de los tres Estados Peninsulares en donde se habla la maya, Campeche es el que cuenta con el menor número de hablantes y con el menor porcentaje de monolingües de habla maya y Yucatán es el Estado que tiene la mayoría, como se puede apreciar en el cuadro I:
CUADRO I
ESTADO |
MAYAHABLANTES |
% |
MONOLINGÜES |
% |
Campeche
Q. Roo
Yucatán |
86,676
133,081
525,264 |
18.9
32.2
38.2 |
5,465
11,114
40,813 |
1.2
2.6
3.4 |
Totales |
745,021 |
|
57,392 |
|
El
Estado de Yucatán vive una situación distinta a la de
los otros Estados de la Península, pues de los 106 municipios
en los cuales se encuentra distribuido el número de 1'188,433
habitantes (XI Censo de Población y Vivienda 1990), no existe
uno solo de esos municipios donde no se hable la lengua nativa.
Según dicho Censo, en el Estado de
Yucatán 525,264 personas de 5 años y más declararon
hablar la lengua maya, situándose de esta manera, en el ámbito
nacional, como la entidad federativa con el mayor porcentaje de hablantes
de lengua indígena, aproximadamente el 44 %.
Estos datos nos demuestran que la lengua maya yucateca es una de las
lenguas más fértiles y de mayor uso entre las lenguas
de la familia mayana. Además, el multicitado Censo de 1990
nos indica que la lengua maya a nivel nacional sólo la supera
el náhuatl en número de hablantes.
La mayor parte de hablantes de la lengua maya
en Yucatán se encuentra arraigada en el sureste del Estado,
colindando con el de Quintana Roo (Cfr. Villa Rojas 1985). Sin embargo,
"la zona agrícola maicera presenta el porcentaje más
alto de población monolingüe, seguida de las zonas: citrícola,
ganadera, henequenera y, por último, la pesquera" (Pfeiler
1988 y 1997).
Las zonas de mayor concentración de
hablantes del maya señalan también los rumbos donde
la tradición indígena se hace más acentuada,
distribuyéndose de tal manera que de una zona marcadamente
urbana, representada por la ciudad de Mérida y sus alrededores,
se pasa gradualmente, a medida que se avanza hacia el Estado de Quintana
Roo, al mundo de lo indígena, donde usos y costumbres revelan
su filiación con la historia y la cultura maya y mostrándose
al mismo tiempo con mayor vigor el uso de la lengua nativa (Cfr. Villa
Rojas Op. Cit:82-3).
En la zona más desarrollada que está
bajo la influencia inmediata de la ciudad de Mérida, donde
tuvo su asiento la industria henequenera, el desarrollo industrial,
comercial y cultural occidental es mayor que en el resto del Estado.
Asimismo el uso del español es bastante más generalizado,
aunque sin eliminar por completo el uso del idioma nativo.
Por otro lado, también llama la atención
ver que década tras década los datos censales del INEGI
muestran una reducción continua en el número de hablantes
monolingües del maya, acompañado de un decrecimiento en
el número de bilingües, esto último al menos en
los pasados treinta años, como se puede ver en el cuadro II
que representa los datos del Estado de Yucatán:
CUADRO II
POBLACIóN
BILINGüE Y MONOLINGüE EN YUCATAN |
AÑO |
POBLACIóN |
BILINGüES
% |
MONOLINGüES
% |
1930
1940
1950
1960
1970
1980
|
1'362,940
1'063,733
758,355
516,899
614,049
418,210
|
129,119
= 33.4
167,538 = 40.1
156,845 = 30.3
229,481 = 37.4
303,075 = 40.0
411,923 = 38.7 |
113,179
= 29.3
98,447 = 23.5
43,523 = 8.4
66,403 = 10.8
54,195 = 7.1
68,499 = 6.4
|
1990
|
386,096 |
480,085
= 35.2 |
40,355
= 3.0 |
Un primer acercamiento a la diversidad
Al paso de los años no solamente ha habido reducción
en el número de hablantes, sino también cambios dentro
de la estructura interna de la lengua, algunos de ellos seguramente
motivados por el contacto del maya con el español. Dentro de
los cambios se puede mencionar una gran cantidad de préstamos
léxicos que la lengua maya ha tomado del español, asimismo
algunos elementos han pasado de un estatus a otro y por lo tanto de
una función a otra, dos casos específicos son: la lexicalización
de clasificadores nominales y la gramaticalización de verbos,
los cuales presentaremos brevemente en este trabajo, pero también
hay cuestiones propias de la lengua que sirven como caracterizadores
de zonas específicas que han adoptado, desarrollado o conservado
ciertos patrones internos que los han hecho identitarios de dichos
hablantes.
Empecemos con la primera gran distinción
establecida por los hablantes de esta lengua para quienes “no
todos hablamos igual” y quienes diferencian dos primeros tipos
de lengua:
1) La variedad
antigua, pura y “verdadera”, denominada la “Jach
maya”, y
2) La variedad moderna, corrompida y “mezclada” llamada “El xe'ek” (Cfr. Pfeiler en Arzápalo
y Gubler 1997).
La
jach maya, que literalmente significa “la verdadera maya”,
es considerada como la lengua maya por excelencia, la forma antigua
y pura, mientras que el xe’ek’, que literalmente significa
“mezcla” o “revoltura”, es catalogada como
una variante mezclada, amestizada y con préstamos del español.
Un primer acercamiento a las manifestaciones
de los hablantes sobre la localización de estas variedades
nos señalan que la jach maya es hablada por los abuelos, los
antiguos o los “jach mayas”, los “meros mayas”,
que viven en los pueblitos. Para algunas personas estos mayas se encuentran
en Quintana Roo, para otros en Peto, y otros más opinan que
están “por Valladolid y sus alrededores”, aunque
para otros son también localizables en las cercanías
de Uxmal y Ticul, o donde se ubican los macehuales, es decir, en la
zona de los Cruzo’ob en Quintana Roo (Mapa 1.)
Por otro lado, la gran mayoría opina
que la forma mezclada es hablada en lo que fue la zona henequenera
y en especial en los alrededores de Mérida; a veces también
se hace énfasis en que es la forma en la que hablan los jóvenes
que no tienen cuidado en no revolver lo maya con lo español,
tomando préstamos y creando palabras híbridas.
Los hechos lingüisticos
Entre algunas de las características distintivas está
el hecho de que los que hablan la jach maya no usan préstamos
y en contra parte utilizan palabras que ahora ya nadie usa; a continuación
enlisto algunas de las palabras más socorridas como ejemplos:
ACTUAL |
ANTIGUO |
TRADUCCIÓN |
Meesáa
Kulen
K'uxub
K'áanche' |
Xkisi’che’
Xéektaba
Kiwi’
Mayakche’ |
Banquillo
Siéntate
Achiote
Mesa |
El xe’ek’ es justamente una clara
muestra de una mezcla entre ambas lenguas, por lo que se puede ver
en ella cómo los hablantes introducen préstamos acondicionándolos
a la estructura de la lengua, por ejemplo con el uso de los plurales
en maya y las palabras en español, como en:
Cruz-o’ob
Buus-o’ob
Saantos-o’ob
Platos-o’ob |
“Cruces” “Autobuses” “Santos” “Platos” |
Por
otro lado se encuentran los numerales, elementos que representan uno
de los puntos que han sido más afectados por la lengua española,
pues se ha perdido el uso de éstos más allá del
numeral 4, así entonces tenemos por ejemplo el paradigma de
numerales hasta el cuatro en maya:
Jump’éel
Ka’ap’éel Óoxp’éel
Kamp’éel |
“Uno” “Dos” “Tres” “Cuatro” |
Más
allá de este numeral, suceden dos cosas, en primera instancia
se toma el numeral prestado del español pero se adapta al sonido
de la lengua:
Siinkóo
Seeis
Sietée
Oochóo
Nueebée |
“Cinco” “Seis” “Siete” “Ocho” “Nueve” |
Por
otra parte, dado que el uso de los numerales representa una de las
características tipológicas de las lenguas mayas, éste
se conserva aún tomando numerales prestados, pero ya no con
la estructura maya de NUMERAL + CLASIFICADOR NUMERAL:
*Siinkóo-p’éel
*Seeis-túul
*Sieetée-ts’íit
*Oochóo-kúul
*Nueebée-xóot’
sino
creando una nueva forma en la que el clasificador numeral es poseído
por el numeral para indicar la pertenencia o clase de elementos que
están siendo cuantificados, con lo cual se actualiza la lengua
ante la pérdida del numeral pero conserva uno de los elementos
identitarios de la lengua, como es el uso del clasificador, tal como
se muestra en los ejemplos siguientes:
Siinkóo
u p’éel-el
Seeis u túul-ul
Sieetée
u ts’íit-il
Oochóo
u kúul-ul
Nueebée
u xóot’-ol
Dichas formas se pueden ver más claramente
con ejemplos que muestran la forma antigua a la izquierda y su correspondiente
forma actual al lado derecho:
ANTIGUA |
ACTUAL |
|
Jo’o-p’éel
kib-o’ob
Wak-túul máak-o’ob
Wuk-ts’íit kib-o’ob
Waxak-kúul ja’as
Bolon-xóot’ waaj |
Siinkóo u p’éel-el
kib-o’ob
Seeis u túul-ul máak-o’ob
Oochóo u kúul-ul ja’as
Sieetée u ts’íit-il kib-o’ob
Nueebée u xóot’-ol waaj |
“Cinco velas” “Seis personas” “Siete velas” “Ocho matas de plátano” “9 pedazos de tortilla” |
Los clasificadores nominales
Otro grupo de clasificadores es el de los nominales, elementos que engloban
los sustantivos mayas poseídos en dos tipos, dos grandes grupos:
a) Cosas comestibles con - o’och
b) Animales domésticos con - alak’
Por ejemplo en las frases:
In w-o’och janal “Mi comida”
A w-alak’ k’éek’en
“Tu cochino”
Lo
importante aquí no es que lo usen o no los hablantes sino también
lo que significa para ellos y la importancia que le dan, por un lado
también se comenta entre los propios hablantes que quienes “hablan
bien la maya” usan estos elementos y quienes “la
medio hablan” o “la k’as entienden”2 (medio entienden o entienden mal) ya se olvidaron o nunca aprendieron
a usar esas “palabras así”, por lo que dirían
cosas como:
In
janal
“Mi comida”
A k’éek’en
“Tu cochino”
Con lo que vemos nuevamente
dos características:
“Los que hablan “bien” vs
“Los que k’as entienden”:
In w-o’och janal
In janal “Mi comida”
A w-alak’ k’éek’en A
k’éek’en “Tu cochino”
En ese sentido de una estructura netamente maya
con clasificador se pasa o otra en la que se pierde este elemento característico
de la lengua:
POSESIVO-CLASIFICADOR
SUSTANTIVO ==> POSESIVO SUSTANTIVO |
Algo
que caracteriza y que identifica a los hablantes del oriente de Yucatán
y parte de los de Quintana Roo es el cambio de uso y significado del
clasificador nominal -o’och (comestible) a sustantivo “comida”,
es decir algo a lo que se le llama la lexicalización del clasificador
nominal (Cfr. Briceño 1997), por lo que entonces obtenemos datos
como los siguientes:
T-un
chokoj-tal in w-o’och “Se
está calentando mi comida”
T-in jaan-t-aj in w-o’och “Comí mi comida”
Los ejemplos no solo muestran
el uso léxico de o’och sino también que “los
de oriente”, como denominan a los que hablan así, reanalizan
la palabra janal únicamente como verbo con el sentido de “comer”
y a o’och se le asigna entonces el papel léxico con el significado
de “comida”, mientras que para el resto de la península
janal significa tanto verbo como sustantivo, es decir “comer”
y “comida” y los que usan o’och lo hacen con el papel
de clasificador nominal para comestible, o sea una función puramente
gramatical.
Estos hechos permiten ver 3 diferentes formas para decir “Mi comida”:
In w-o’och
janal
POS-CLAS SUST |
In janal
POS SUST |
In w-o’och
POS SUST |
JACH MAYA |
K’AS
MAYA |
ORIENTE |
|
El terminativo
Otro hecho lingüístico importante que señala nuevos
rumbos que está tomando la lengua maya actual es lo que he denominado
como gramaticalización del verbo terminar (Cfr. Briceño
1997), proceso que finaliza justamente con la conversión del verbo ts’o’okol en marcador gramatical
de aspecto terminativo (Cfr. Briceño 2000). Sin embargo este hecho
no es homogéneo ni se da en toda la península, situación
que nuevamente señala rasgos distintivos y característicos
de determinadas zonas de nuestro mayab.
Platicando con algunos habitantes del sur de Yucatán me comentaban
que “los de Quintana Roo” no dicen:
Ts’-in
w-il-ik “Ya lo ví”
sino que dicen:
Sáam in w-il-ej
“Ya lo ví”
Comparando
estos datos vemos que efectivamente tienen un significado similar para
cada una de estas zonas aunque se diga de manera distinta, pero lo importante
es que reconozcan, que identifiquen estos rasgos como característicos
y como propios de cada una de las variantes, de las regiones, así entonces los de Quintana Roo mencionan y reconocen que:
“...sí,
así hablamos nosotros, porque así nos lo enseñaron
creo por nuestros tatiches”3 .
“...creo
que así se decía andes (sic) porque mis abuelos así,
no hablaban nada de castellano, ellos pura maya hablaban, ellos venían
de allá del rumbos (sic) de Valladoli’, de ahí es
el tronco de nosotros...”
Estos
datos se han corroborado y efectivamente la región de Valladolid,
tiene estas mismas características, con lo cual se ve nuevamente
que esta zona con la del centro de Quintana Roo puede ser considerada
una región con características propias, pero sin dejar de
entenderse con los otros hablantes de la lengua maya peninsular.
En datos recién recabados en Calkiní,
Nunkiní y San Antonio Sahcabchén, en Campeche, he documentado
otra forma de realizar el terminativo, pues en lugar de reducir TS’O’OKOL
a TS’ lo contraen a O’OK, con lo que dicen entonces:
O’ok in w-il-ik
“Ya lo ví”
O’ok u k’uchul le máako’ “Ya
llegó esa persona”
Esto puede
ser esquematizado así:
Así entonces podemos identificar 3 variantes para el significado del terminativo:
A) Sur y Centro de Yucatán
B) Región de Campeche
C) Oriente de Yucatán y Centro de Quintana Roo
Tal
vez valdría la pena prestar atención también a
la variante C), o sea, a la hablada en el Oriente de Yucatán
y Centro de Quintana Roo, pues lo que para los hablantes de dichas zonas
equivale al Terminativo nuestro, para nosotros tiene otro significado,
veamos:
Formalmente entonces tendríamos la distinción
entre una oración en Terminativo (“Ya...”) y otra
de Pasado Reciente (“Hace rato que...”), que nos muestra
también matices semánticos para lo que según unos
significa lo mismo. Sirva este ejemplo solamente para llamar la atención
al respecto y señalar que también hay que ver que no todo
significa exactamente lo mismo para cada zona y, según lo visto,
bien vale la pena señalar esas diferencias.
El cantadito campechano
Finalmente vamos a presentar algo que con tanta insistencia se nos ha
señalado como característico de los campechanos y es que
para la mayoría de los hablantes de lengua maya de otros pueblos
u otras zonas que han tenido contacto con éstos señalan
que “hacen cantadito su maya”, “parecen waaches hablando
maya”, lo cierto es que fonéticamente hemos detectado que
tienen una peculiaridad al hablar pues cambian el lugar del acento prototípico
en nuestra lengua y con lo consiguiente provocan una distinción
en la entonación y en el ritmo del habla, por ejemplo:
YUCATÁN
CAMPECHE |
Tin jaantik waaj
Tin jáantik waaj |
“Estoy comiendo
tortilla” “Estoy comiendo tortilla” |
YUCATÁN
CAMPECHE |
Ku janal tin wotoch
Ku jáanal tin wotoch |
“Come en mi casa” “Come en mi casa” |
Podemos
ver entonces que en la variante de Campeche se procura una acentuación
en la primera sílaba de algunas palabras que comúnmente
para el resto de la península y más característicamente
para Yucatán sería en la última sílaba;
asimismo, este cambio de acentuación en Campeche conlleva un
alargamiento de la vocal convirtiéndolo en una entonación
que cambia el ritmo, resultando esto contrastante para los oídos
de los otros mayas.
Un último ejemplo lo constituyen los
clasificadores numerales, pues generalmente éstos en el resto
de la península tienen una sílaba que recibe el acento
y la entonación, como:
-p’éel
para cosas inanimadas
-túul para seres animados
-kúul para plantas
En Campeche sucede que éstas pierden
el tono y lo pasan a los numerales, por lo que hacen un binomio en el
que la primera parte lleva el tono y la segunda ya no, veamos:
NUMERAL-CLASIFICADOR
Jum-p’éel
Ka’a-túul Óox-kúul
RESTO DE LA PENÍNSULA |
NUMERAL-CLASIFICADOR
Júum-p’el
Ká’a-tul Óox-kul
CAMPECHE |
A manera de conclusión
Todos estos datos nos han llevado a proponer u
na división regional
de la lengua maya en 5 variantes (Mapa 2):
1.- Oriente de Yucatán
2.- Centro de Quintana Roo
3.- Sur de Yucatán
4.- Camino-Real-Ch’e’enes
5.- Ex Zona Henequenera
Esta
división muestra no solo los hechos lingüísticos
sino también el reconocimiento de estas regiones por los propios
hablantes, variantes que no llegan a ser dialectos sino solamente variantes
regionales con mutua inteligibilidad. Por otro lado, los límites
geográficos entre una y otra variante no se pueden trazar de
forma precisa y definitoria justamente porque todas están interrelacionadas
y de alguna manera muestran los lazos existentes entre los mayas de
hoy.
Finalmente, quiero terminar esta ponencia manifestando
que las identidades lingüísticas no deben buscarse solamente
en los hechos puramente lingüísticos, hay que pasar más
allá del mero contraste típico de sordo-sonoro, pasado-no
pasado, etc. Tenemos que tomar en cuenta que toda lengua es una realidad
constituida colectivamente y es en el seno de una comunidad que se hace
disponible para el uso individual, como instrumento de cohesión,
identificación, comunicación y expresividad creadora,
por lo tanto tenemos que aceptar que las lenguas son la expresión
de la identidad colectiva y de la manera distinta de percibir y describir
la realidad, pero dicha realidad no está solamente en la lengua.
Asimismo, como se ha intentado mostrar, la identidad
lingüística conlleva ideas de otro tipo en las que están
presentes singularidades culturales, afectadas por la propia historia
de un pueblo o de un territorio concreto. De cualquier manera, estos
procesos de autoadscripción vienen a fundamentarse sobre la existencia
de sentimientos de pertenencia y de diferencia, entre colectivos humanos
que, asentados en un mismo espacio y territorio, presentan divergencias
de carácter lingüístico, religioso, étnico,
o cultural, o combinaciones de estos elementos, todo lo cual debe llevarnos
entonces a la búsqueda de las distinciones entre nosotros y ustedes
y entre nosotros y los otros, principio básico para la determinación
de las identidades.
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