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Mayistas



Don Jesús Amaro Gamboa
(Biografía)







Su carrera académica

En su temprana mocedad, siendo estudiante de medicina, Jesús Amaro Gamboa fue catedrático en la escuela secundaria "Agustín Vadillo Cicero" y en el Instituto Popular de Extensión Educativa; años después fue maestro de la Escuela Preparatoria No. 1 de la Universidad Autónoma de Yucatán y sus merecimientos lo llevaron a ser el sexto Rector de la nombrada casa de estudios, cargo que desempeñó con notable acierto del 20 de febrero al 21 de julio de 1936. Fue sustituido -claro ejemplo de heteronomía de nuestra Alma Mater Universitaria- al dejar el Gobierno del Estado el Lic. Fernando López Cárdenas.

    Empero dejó el doctor Amaro una huella luminosa de su actuación como Rector, ya que a iniciativa suya adquirieron los estudiantes universitarios paridad en el Consejo, pues, antes de tan plausible reforma sólo había en el Consejo Universitario un representante de los estudiantes, cargo que desempeñaron sucesivamente don Max Peniche Vallado (quien después fue Rector) y don Fernando Vergés Palma.

    Nació el doctor Amaro en la villa de Tixkokob, Yucatán, el 15 de junio de 1903; obtuvo inicialmente el título de profesor normalista y, tras realizar con brillantez sus estudios de preparatoria, hizo los de Medicina en nuestra prestigiada Facultad yucateca y ejerció la profesión de Esculapio en varias poblaciones del medio rural, logrando así empaparse de aspectos valiosos de nuestra cultura híbrida, entre ellos los que atañen a las creencias y procedimientos curativos de los mayas precoloniales, que aunque de índole empírica en no pocos casos eran efectivos, basados en la observación de las abundantes plantas curativas existentes en Yucatán. Posteriormente cursó en la ciudad de México la maestría en Salud Pública.

    En otro orden de cosas señalaremos que su inquietud intelectual lo llevó desde la adolescencia a participar en actividades periodísticas, como las tipográficas y de redacción de revistas estudiantiles como la llamada Demóstenes, de grata recordación, y en las labores culturales de la sociedad "José Peón Contreras".

 

Sus publicaciones

Nos asomaremos ahora a su abundante obra literaria -toda ella de calidad- que culmina con su tríptico de Best sellers yucatecos (así llamados cariñosamente por sus numerosos amigos y lectores) El uayeísmo en la cultura de Yucatán, Vocabulario de El uayeísmo en la cultura de Yucatán e Hibridismos en el habla del yucateco.

Tenemos entre esos jugosos frutos los siguientes:

"Chumín"

Cuento laureado con el lugar de honor en el concurso convocado por la sociedad "Amigos del Arte", presidida por el consagrado poeta y crítico literario José Esquivel Pren, en el año de 1926.

"La personalidad de don Francisco de Montejo "El Mozo"

Ensayo biográfico premiado en los Juegos Florales convocados por el Club Mérida, en 1926.

"La cultura maya"

Trabajo de investigación histórica que alcanzó el "Premio Bennet", otorgado por la institución norteamericana de ese nombre, en 1927.

"Y acabó su camino con la muerte"

Cuento publicado en forma de plaquette de formato mayor por la Editorial Styo, en 1958.

"La palabra entonces"

Creación de nuestro autor que obtuvo el primer premio en la rama del cuento, en los Juegos Florales "Ramón López Velarde", organizados por el Ateneo Cultural de Zacatecas, en el año de 1958.

"Y nunca de su corazón"

Manojo de cuentos, antiguos y nuevos, que enfocan temas de índole folklórica, de costumbrismo, palpándose la viva inquietud social del autor, su preocupación por los problemas que pulsa nuestro pueblo. Fue publicado este libro por la Editorial Zamná en 1972.

"Yucatán, sueño sin fin"

Crónica de una utopía, subtitula el doctor Amaro esta obra, salida de las prensas de la Editorial América, en 1972. Al leerla se advierten las inquietantes reflexiones del autor respecto a los más atosigantes aspectos de nuestra realidad socioeconómica y cultural. Por otra parte el autor muestra notable penetración, que podríamos tildar de zahorí, al especular respecto al porvenir de esta asendereada tierra, calificada por unos como el país que no se parece a otro y también motejada (especialmente nuestro minusculizado Estado) como la región con más piedra que tierra.

Las dos últimas obras mencionadas fueron editadas de modo que poseen espléndida prestancia tipográfica, incrementada con las bellísimas ilustraciones de nuestro preclaro artista Fernando Castro Pacheco.

Su trilogía

En 1979 comenzó a publicar el doctor Amaro su documentado estudio denominado El uayeísmo en la cultura de Yucatán que se complementa con otras dos obras a las que ya nos referimos: Vocabulario de el uayeísmo en la cultura de Yucatán (sólo comprensiva de los vocablos de la letra inicial A, B, C y CH), e Hibridismos en el habla del yucateco. La preparación de esta trilogía, que ha sido llamada por sus amigos "la ópera magna del doctor Amaro", ha significado para su autor un trabajo de siete lustros, incluyendo los seis años que dedicó a escribirla.

    En rigor el Vocabulario de el uayeísmo en la cultura de Yucatán constituye un complemento ilustrativo, profundamente ejemplificador, de la obra en que el doctor Jesús Amaro Gamboa desarrolla su tesis demostrativa del prejuicio racial en Yucatán con el apoyo de no pocas autoridades urbi et orbi, comenzando por ese notable escritor autodidacta que fue Oswaldo Baqueiro Anduze y por el padre de nuestra Escuela (hoy Facultad) de Ciencias Antropológicas, el docto profesor Alfredo Barrera Vásquez, continuado con el notable arqueólogo Sir J. Eric S. Thompson; Nelson Reed, empeñoso investigador de la Guerra de Castas yucateca iniciada en 1847, el doctor Gonzalo Aguirre Beltrán, uno de los más valiosos y fecundos antropólogos nacionales y todo esto sin olvidar las sustanciosas aportaciones que ofreció como muy claros ejemplos del uayeísmo en la planicie yucateca el obispo Fray Diego de Landa, durante su segunda estada en la tierra yucateca.

    Por lo ampliamente detallado de cada voz del Vocabulario, le fueron necesarios al autor casi cuatrocientas páginas de igual formato que las de El uayeísmo para dar cabida plena a las cerca de mil palabras que comienzan, por su orden, con las cuatro letras iniciales del vocabulario.

    El lector advertirá que -aparte de su extraordinario atractivo- encierra el Vocabulario muy valiosas explicaciones en materia gastronómica, que es uno de los aspectos más dignos de tomarse en cuenta de nuestra cultura híbrida. Sirvan algunos ejemplos: descripción de las partes comestibles del ave, con sus nombres en lengua maya; descripción de todos los guisos a base de arroz, inclusive el arroz con leche; mención detallada del procesamiento típicamente yucateco para elaborar el queso relleno (de bola), platillo prócer de la cocina vernácula, que ha sido elogiado en nuestro medio por testas coronadas así como por la generosidad de las personas de otras latitudes que llegan a visitarnos; queremos dedicar un párrafo al mondongo k'abik, versión yucateca de los callos a la madrileña. Nos dice el Vocabulario al respecto que la cebollina, planta parecida a la cebolla, del bulbo pequeño, se pone en el plato de la menestra en compañía del chile habanero, el cilantro y el limón cuando se sirven ciertos guisos, particularmente el k'abik de panza o mondongo. Se añade que la cebollina, como las hierbas de olor y las hojas de guayaba, sirve también para destufar carnes de animales silvestres y ciertos mariscos.

    La abundante experiencia médica del autor, en los años de su ejercicio de la medicina en el agro yucateco, cristalizó en no pocas voces concernientes a procedimientos médicos seguidos en esos días, como el descrito en la voz "calilla" (diminutivo de cala, supositorio). En Yucatán la calilla, antes de que surgieran los supositorios de glicerina, se improvisaba con jabón. Se tomaba un pan de jabón, corriente o de olor, se cortaba en pedazos y se tallaba con un cortaplumas (navaja) la calilla en forma de cono ligeramente puntiagudo o como dirigible, con sus dos extremos ligeramente aguzados; se mojaba luego, para hacerlo resbaloso y se introducía en el recto. Santo remedio, al menos para evacuar, si no había causa patológica que lo impidiera, porque lo irritante del jabón sobre todo el corriente como, el Nube Azul (el favorito de las lavanderas hace media centuria) debía provocar una excitación de la mucosa y la correspondiente excitación de la pared muscular del intestino, según la Ley de Cannon, que para entonces no se conocía. Eran sin embargo más frecuentes las lavativas y los lavados intestinales, ya fuera como evacuantes, como curativos o como alimenticios.

    Extraordinariamente ameno es el capítulo relativo a la Caconominología, es decir a los apodos que en forma tan expresiva, tan certera podría decirse, se aplican en Yucatán, sea basándose en algún defecto físico o en alguna semejanza, así sea lejana, con el animal u otro ente parodiado; así se aprecia en casos como "El Zorro"Amaro, El Sac och Palma (Sac och o zorro blanco), "El Perro" Gómez; en otros casos se basa el apodo en que el apodado se aleja de la norma, por ejemplo, "El Chiquitín" Palma, "El Mudo"Ramírez.

    Pensamos que esta trilogía del Dr. Amaro juntamente con la obra El español que se habla en Yucatán, de Víctor M. Suárez Molina; los Estudios lingüísticos del profesor Alfredo Barrera Vásquez y la Interinfluencia del maya con el español de Yucatán de Antonio Mediz Bolio, constituyen obras vitales para la comprensión de la cultura mestiza de Yucatán.

Medalla "Eligio Ancona"

Creemos conveniente que el lector de este proemio se compenetre de los grandes méritos intelectuales y morales del doctor Amaro que lo hicieron acreedor a la nominación para recibir la Medalla "Eligio Ancona", que se otorga anualmente al yucateco de actuación más destacada en la labor científica o artística.

El doctor Amaro falleció el año de 1992 en la ciudad de Mérida, Yucatán.

Texto contenido en el "Prefacio de la Primera Edición" del libro: Vocabulario de El Uayeísmo en la Cultura de Yucatán, por Conrado Menéndez Díaz. Ediciones de la Universidad Autónoma de Yucatán, 1999.





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